- 🐶 “Pfff… ¿cómo que ya te vas? ¿Y cuándo vuelves? ¿Vuelves, verdad?”
- ¿Qué percepción del tiempo tienen los perros?
- ¿Tienen los perros noción del tiempo?
- La percepción del tiempo en los perros cuando estamos fuera de casa
- El tiempo para los perros y el reloj biológico
- El reloj interno de los perros y la memoria
- Los perros y el paso de los años
- ¿Qué memoria tienen los perros sobre su pasado?
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🐶 “Pfff… ¿cómo que ya te vas? ¿Y cuándo vuelves? ¿Vuelves, verdad?”
¿Cómo perciben el tiempo los perros? Pasado, presente y futuro en el mundo de nuestros peludos
En el libro Alicia en el país de las maravillas, la protagonista le pregunta al Conejo Blanco: “¿Cuánto dura el para siempre?” y el Conejo Blanco le responde: “A veces, solo un segundo”.
Esto nos muestra cuán personal y, a veces, especial puede ser la percepción del tiempo para los humanos.
Sin embargo, el tiempo es una magnitud física, es la forma en que percibimos y representamos los eventos en sucesión. Siempre hay un antes, un ahora y un después, y nuestras vidas giran en torno a estos momentos, desde que nos despertamos por la mañana hasta que nos vamos a dormir por la noche. Pero, ¿cómo perciben el tiempo nuestros amigos de cuatro patas?
Los animales, naturalmente, no tienen una unidad de medida definida para las horas o los minutos, pero están equipados con herramientas sofisticadas que, en cierto sentido, definen el paso del tiempo y les ayudan a percibirlo y a moverse dentro de esta dimensión.
Se trata de relojes internos, sincronizados en función de los estímulos presentes en su entorno y regulados por mecanismos como el ritmo circadiano (sueño-vigilia), el hambre, o la necesidad de moverse o de asearse.
En nuestros peludos, esto afecta la parte biológica, pero, ¿qué pasa con el ‘sentido’ del tiempo? ¿Con la forma en que perciben su transcurso?
En otras palabras: ¿cuál es la percepción del tiempo en los perros?
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“¿A dónde vas, mami? ¡Quédate aquí conmigo!”
¿Qué percepción del tiempo tienen los perros?
Es de mañana, estamos listos para ir al trabajo, nos damos un último toque frente al espejo en la entrada, y nuestro peludito está allí mirándonos con la cabeza inclinada, esos ojitos dulces y esa carita que parece decirnos: “¿Sales? ¿A dónde vas? ¿Cuánto tiempo estarás fuera? ¿Vuelves? ¿Cuándo vuelves?”.
La respuesta más pragmática que podemos darle es: “Amor mío, vuelvo a estar contigo en un ratito, ¿vale?”.
Nosotros sabemos exactamente cuánto tiempo representa ese ‘ratito’, puede ser 4, 6, 8 horas, dependiendo de cuánto nos ocupe el trabajo en nuestras jornadas. Pero, ¿esas horas serán las mismas para él?
¿Sabrá reconocer que han pasado 4 o más horas desde que lo saludamos y salimos de casa?
La respuesta es: no. La percepción del tiempo en los perros es muy diferente de la de los humanos, porque no sigue la lógica del reloj que gobierna nuestro conteo de minutos y segundos.
La percepción del tiempo en los perros se basa principalmente en los sentidos, en particular uno: el olfato, que les da pistas sobre los cambios ambientales y, en consecuencia, sobre el paso del tiempo.
Probablemente, también los humanos en eras antiguas nos guiábamos por factores sensoriales para movernos con seguridad en la dimensión del tiempo. Nuestro sentido del olfato estaba acostumbrado a detectar olores potencialmente peligrosos, lo que nos llevaba a tomar decisiones sobre qué hacer o evitar.
Hoy, los humanos hemos perdido esta capacidad de percibir el tiempo a través de los sentidos, mientras que en los perros sigue siendo muy fuerte y regula la mayoría de sus acciones.
Para entender la percepción del tiempo en los perros, necesitamos cambiar nuestra ‘unidad de medida’ y olvidarnos del reloj, en favor de una idea del tiempo que se mide en sensaciones y experiencias.
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“Ufff… ¿cuánto falta? ¡El parque no nos espera!”
¿Cuánto dura el tiempo para los perros?
Un artículo exhaustivo sobre la percepción del tiempo en los perros, publicado por okdiario y firmado por Janire Manzanas, introduce una reflexión muy inteligente y profunda.
Si hoy le preguntáramos a la primera persona que encontramos en la calle cómo percibe el tiempo, probablemente respondería: ‘depende’. Una larga reunión de trabajo podría alargar el tiempo, mientras que un descanso para el café podría pasar volando. Sin embargo, un minuto siempre es un minuto.
Así que, para entender la percepción del tiempo en los perros, primero debemos olvidarnos de la dimensión temporal en la que nos basamos (horas, minutos, segundos…) y trasladarnos al plano de las experiencias.
Imaginemos que estamos en casa con nuestro peludito, estamos jugando y él se está divirtiendo muchísimo. Si en ese momento le preguntáramos cómo percibe el tiempo, probablemente nos respondería que está pasando volando.
Ahora, imaginemos que salimos a pasear, estamos casi llegando al parque, pero en el camino nos encontramos con una amiga que no veíamos hace tiempo y que empieza a contarnos en detalle las últimas cosas que le han sucedido. Pasan los minutos y nuestro peludo está ansioso por jugar con nosotros, pero debe aguantar el interminable relato, posiblemente sin quejarse ni tirar de la correa hacia el parque.
¿Cómo percibirá el tiempo durante esta pausa forzada? Probablemente como más largo, porque está marcado por el aburrimiento de tener que estar sentado, sin hacer nada, esperando, mientras solo quiere trotar hacia el parque.
Lo que define la percepción del tiempo en los perros está, por tanto, relacionado con las experiencias que generan estados y emociones. Esto también sucede en los humanos. Entonces, ¿cómo podemos determinarlo?
Podemos entender cómo nuestro amigo percibe el tiempo observando su comportamiento: en el caso de la amiga en el parque que ralentiza el paseo, nuestro peludo estará impaciente y nos dará señales de querer ir a jugar, como tirar de la correa o lanzarnos miradas suplicantes.
Pero como hemos mencionado antes, hay algo más primordial que determina la percepción del tiempo en los perros: su olfato.
¿Tienen los perros noción del tiempo?
Los perros registran el tiempo a través del olfato. Para ellos, cada día tiene un olor nuevo. Lo explica magistralmente la investigadora Alexandra Horowitz en su libro “En la mente de un perro” (Ed. Sonda, 2018).
Un pasaje del libro es particularmente poético:
“El pasado está bajo las patas; los olores de ayer se han depositado en el suelo. Traído por el primer soplo de viento de la mañana o liberado por los animales nocturnos, el mensaje está justo en la puerta de casa junto al periódico doblado. El olor del futuro viene desde la esquina y llega al hocico del perro antes de alcanzar nuestros ojos. Para ellos es como una goma elástica, que tira en el presente un poco de pasado y un poco de futuro.”
El Dog Cognition Lab del Barnard College en Nueva York es un laboratorio dedicado al estudio del comportamiento y la mente de los perros, dirigido por la propia doctora Horowitz.
El estudio titulado “¿Cómo “ven” los perros con la nariz?” explica cómo los perros pueden «oler» el tiempo, es decir, el pasado y el futuro.
¿De qué manera? Los peludos logran percibir el pasado a través de los rastros de olores dejados por personas y objetos y anticipar el futuro detectando olores en aproximación.
Entonces surge la pregunta: ¿cómo perciben los perros el tiempo cuando están solos? ¿Cuál es su percepción de los minutos que pasan cuando estamos en el trabajo o fuera de casa?

“¿Cuánto falta para que llegue mi mejor amigo?”
La percepción del tiempo en los perros cuando estamos fuera de casa
Para intentar dar una respuesta lógica a esta pregunta, es importante reiterar que el tiempo de nuestros peluditos no está marcado por las manecillas del reloj, sino por los mecanismos biológicos internos que poseen.
Si nos liberamos de la idea humana del tiempo tal como lo conocemos y lo entendemos en términos de olores pasados y futuros, conectados con experiencias pasadas y futuras, podemos regresar a una idea más primitiva y natural de su percepción, guiada por los sentidos, en este caso, el olfato.
Por lo tanto, debemos cambiar de perspectiva y, en este caso, ponernos en la de los perros, quienes no miden el tiempo en minutos, sino en olores, que determinan cuánto tiempo ha pasado desde un evento, es decir, el pasado, y cuánto pasará hasta otro evento que está ocurriendo, es decir, el futuro.
¿Cuánto tarda el tiempo para los perros cuando no estamos con ellos?
En cuanto a la percepción del tiempo presente, en los perros está en movimiento, al igual que en nosotros los humanos.
En este preciso momento, como humanos, podríamos viajar mentalmente al tiempo en que éramos niños o proyectarnos hacia la vejez. Somos capaces de estar en el pasado y en el futuro, mientras permanecemos físicamente en el momento presente.
Los perros también lo hacen, como hemos visto con su capacidad olfativa, y esta es la respuesta a la pregunta de cómo perciben el tiempo los perros, incluso cuando no estamos a su lado.
Esto se entrelaza con un tema importante también para los humanos: la calidad del tiempo.
“Ups, creo que metí la pata…”
¿Cómo pasan el tiempo los perros cuando están solos en casa?
No existe una respuesta única, ya que mucho depende del carácter del perro, de su temperamento y del entorno en el que vive.
Hay comportamientos comunes que los perros muestran cuando están solos en casa, como dormir, vigilar el ambiente, lamerse el pelaje o ladrar.
Desafortunadamente, hay mascotas que sufren mucho al estar solas en casa, lo que se manifiesta con ladridos continuos o incluso con acciones desencadenadas por la ansiedad, como destruir cosas en casa, signos de estrés severo, sobre los que también hablamos en este artículo.
Por supuesto, si esto ocurre, es importante consultar con un veterinario especializado en comportamiento animal para abordar y resolver la situación.
“¡Qué alegría… está llegando!”
¿Los perros nos extrañan?
Sí, los perros nos extrañan, y lo demuestran a través de comportamientos que pueden ser muy diferentes entre ellos.
En el caso de los cachorros, por ejemplo, nunca se les debería dejar solos por demasiado tiempo para evitar desencadenar emociones difíciles de manejar, como el sentimiento de abandono.
Sin embargo, como adultos humanos, debemos lidiar con el trabajo que nos obliga a salir de casa, lo cual es necesario para nuestra subsistencia y también para la de nuestros queridos peluditos.
Cada situación debe evaluarse de forma individual, teniendo en cuenta que un perro que pasa mucho tiempo solo puede experimentar una variedad de emociones, que van desde la aburrimiento hasta la tristeza, como hemos explicado en este artículo dedicado a las emociones de los animales.
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“No hay duda, ¡dormí de maravilla anoche!”
Si los perros duermen todo el día cuando no estamos, ¿dormirán también por la noche?
Muchas personas se preguntan si los perros que descansan mucho durante el día también dormirán por la noche. En promedio, un perro duerme 14 horas al día, aunque esto depende mucho de la raza, la edad y el entorno en el que vive.
Desde el punto de vista neurocognitivo, el sueño del perro se divide en dos fases: el sueño de ondas largas, conocido como sueño paradójico, y el sueño de ondas cortas, o sueño REM.
Durante el sueño paradójico, el perro relaja su musculatura y respira de manera lenta y profunda, mientras que en el sueño REM se observan más inquietud y tensión. Es un sueño más fragmentado, durante el cual el perro puede emitir sonidos extraños, como ladridos o gruñidos.
Hoy en día, sin embargo, el perro sigue un ciclo de sueño que coincide con el de las personas con las que vive, por lo que es esencialmente diurno y nocturno.
Durante el periodo diurno, el sueño es fragmentado, pero el perro sabe manejar bien las frecuentes interrupciones que pueden deberse a varios factores, como ruidos internos o externos o la presencia de otros animales en casa.
Durante la noche, en cambio, el perro duerme más profundamente, pero conserva su capacidad de pasar rápidamente del estado de vigilia al de sueño.
Por lo tanto, los perros duermen de manera diferente a los humanos y, si durante el día, mientras estamos fuera, descansan, es probable que también lo hagan por la noche, pero de manera más profunda y tranquila, ya que sienten la seguridad de tenernos cerca.
Pero hay más: los perros poseen algo innato, estrechamente relacionado con su percepción del tiempo, que regula sus acciones desde un punto de vista biológico.

“¡Llegó la hora de comer!”
El tiempo para los perros y el reloj biológico
Si ahora imagináramos encerrarnos en una habitación oscura, después de unas horas probablemente perderíamos la noción y la percepción del tiempo, es decir, ya no podríamos decir exactamente qué hora es. Sin embargo, con el tiempo, nuestro reloj biológico podría comenzar a manifestarse.
¿Cómo? Por ejemplo, percibiendo hambre o sueño. Entonces, comeríamos y nos descansaríamos, y todo podría empezar de nuevo: tendríamos hambre y sueño, comeríamos y dormiríamos, nos despertaríamos y así sucesivamente… todo sin saber con precisión la hora exacta, y, con el tiempo, ni siquiera siendo capaces de determinar cuántos días han pasado.
¿Les pasa lo mismo a nuestros amigos peludos?
¿Qué es el biorritmo de los perros?
El biorritmo es un ciclo natural que marca los cambios que ocurren en las funciones del organismo. Un ejemplo es el ritmo circadiano, que regula el ciclo de sueño y vigilia y dura 24 horas.
Los perros, como todos los animales, poseen relojes internos sincronizados con los estímulos que llegan del entorno exterior. Su funcionamiento es fundamental para su salud, ya que están relacionados con funciones como el metabolismo, la temperatura, la presión y el latido del corazón.
Para entender la percepción del tiempo en los perros, también debemos considerar lo que se conoce como reloj biológico.
Los perros están conectados a los ritmos de su cuerpo, que les indican cuándo despertarse, cuándo dormir y cuándo comer. Algunos estudios afirman que los perros pueden comprender cuánto tiempo ha pasado basándose en el último evento que vivieron, por ejemplo, si el cuenco de comida está vacío.
Estamos hablando de la esfera de la memoria, que sin duda está entrelazada con la percepción del tiempo en los perros.
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“Cuando como con el pequeño humano, el tiempo vuela.”
El reloj interno de los perros y la memoria
Como hemos visto, los perros poseen un reloj interno que les permite distinguir el día de la noche, que marca la hora de comer o de hacer sus necesidades. Naturalmente, este reloj está vinculado a estímulos, como el sueño, el hambre, las necesidades físicas e incluso la necesidad de moverse.
Tenemos indicios de que el perro entiende cuándo es de día y cuándo es de noche según su comportamiento, pero nunca debemos olvidar que vive con nosotros y, por lo tanto, se adapta a nuestros ritmos.
¿Pueden los perros distinguir entre una ausencia larga o corta de su dueño?
Resumiendo la información recibida hasta ahora, podemos decir que la percepción del tiempo en los perros puede estar relacionada con su reloj interno, es decir, a su biorritmo, y regulada también por su desarrollado sentido del olfato, que les permite atribuir una idea de lo viejo y lo nuevo según lo que huelen.
En este sentido, los perros anticipan situaciones, pero ¿es correcto decir que pueden saber si su dueño estará fuera mucho o poco tiempo?
En la maravillosa película “Mi amigo Enzo” (The Art of Racing in the Rain), el Labrador Enzo es la voz narradora de una conmovedora historia familiar.
En un punto de la película, Enzo afirma: «Cuando el humano no está, el tiempo vuela y parece que ha pasado muy poco, precisamente porque ese tiempo sin él no tiene significado, no importa«.
Esta es una interpretación poética y profunda. El vínculo de amor que nuestros amigos peludos establecen con nosotros es innegable y absoluto, pero no hay evidencias científicas que determinen si un perro puede percibir o reconocer si ha pasado mucho o poco tiempo desde que su dueño salió de casa hasta que regresó.
¿Pueden los perros recordar eventos del pasado?
Aquí entra en juego el «Modelo de pérdida de intensidad» de William Roberts, según el cual, cuando ocurre un evento en el perro, queda una huella, una impresión, que se desvanece con el tiempo, pero que aún así le permite percibir su transcurso.
Por lo tanto, los perros podrían estar dotados de memoria episódica, la misma que poseemos los humanos y que nos permite recordar eventos del pasado. Naturalmente, siendo eventos pasados, están relacionados con el concepto de tiempo, lo que implica que los perros pueden percibir su transcurso a través de la memoria de lo que ha sucedido antes.

“Aunque el tiempo pase, mi amor por ti nunca cambiará.”
Los perros y el paso de los años
Naturalmente, no queremos arruinar la trama, pero en la maravillosa película “Mi amigo Enzo” (The Art of Racing in the Rain), el perro Enzo se da cuenta de que también para él los años pasan y está envejeciendo. Entonces surge la pregunta: ¿son conscientes los perros del paso de los años?
No hay pruebas científicas sobre esto, pero los perros, al igual que todos los animales, incluidos los humanos, cambian físicamente con el paso de los años. Cambian los hábitos, las reacciones y pueden cambiar también los deseos. En los animales, lo que predomina es el instinto de supervivencia, que puede llevarlos a actuar de manera diferente a medida que maduran, en comparación con su juventud.
¿Por qué se dice que un año humano equivale a 7 años de perro?
Es común pensar que un año de vida humana equivale a siete años de vida de un perro. Con el tiempo se ha determinado que este método no tiene bases científicas, por lo que puede considerarse inexacto.
Sobre este tema, se ha publicado en el portal Frontiers un estudio realizado en una universidad londinense, según el cual el perro alcanza la madurez hacia los 24 meses, se convierte en un ‘senior’ después de los 7 años de vida y un anciano después de los 12.
Se estima que la vida de un perro varía entre los 10 y los 13,7 años, pero según los investigadores no existe actualmente una ecuación general o multiplicación válida para determinar la edad de los peludos en comparación con los años humanos, ya que depende de factores como la raza, los rasgos comportamentales y los cognitivos.
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“¡Me encantaría darme un buen baño como el año pasado!”
¿Qué memoria tienen los perros sobre su pasado?
Como hemos visto, la memoria episódica permite recordar eventos pasados. ¿Es un salto en el tiempo? En cierto modo, sí, porque aunque nuestro cuerpo esté en el presente, nuestra mente puede estar en el pasado.
¿Pueden los perros hacer lo mismo?
El estudio más reciente sobre este tema fue realizado por investigadores del Departamento de Etología y del MTA-ELTE Comparative Ethology Research Group de la Universidad Eötvös Loránd de Budapest.
Los investigadores enseñaron a 17 perros a imitar acciones humanas utilizando un método de entrenamiento llamado “Do as I Do”. Este método se basa en el uso de las llamadas “neuronas espejo”, células nerviosas presentes tanto en los perros como en los humanos.
Simplificando, un humano realiza una acción, como un salto, da la señal ‘do it’ al perro, quien luego reproduce el movimiento, en este caso, salta.
Los estudios demostraron que los perros pueden imitar acciones humanas incluso 24 horas después, lo que significa que poseen memoria de lo ocurrido.
Posteriormente, los investigadores quisieron analizar si los perros pueden viajar en el tiempo a través de la memoria. Para ello, les mostraron acciones de la vida cotidiana, esperaron un tiempo y luego dieron de forma inesperada la señal ‘do it’.
Los perros replicaron las acciones, y según los investigadores, esto demuestra que utilizaron su memoria episódica para hacerlo.
¿Tienen los perros una idea del futuro?
Quizás sea necesario diferenciar entre futuro próximo y futuro lejano.
Como humanos, podemos imaginar el futuro, anticiparnos y prepararnos para él. Por ejemplo, podemos comprar un traje de baño si planeamos ir a la playa en unos meses, o una chaqueta gruesa si sabemos que iremos a la montaña en invierno.
No hay evidencias de que los perros puedan pensar en un futuro lejano como lo hacemos nosotros, pero ciertamente, gracias a su olfato, pueden anticipar lo que ocurrirá en un futuro inmediato.
Por ejemplo, si abrimos un armario específico donde guardamos las croquetas, el perro percibirá que es hora de comer. O si nos acercamos a ellos de cierta manera, entenderán que es momento de caricias y mimos. Asimismo, si nos ponemos ciertos zapatos y tomamos la correa, sabrán que es hora de salir a pasear.
El olfato es la principal herramienta del perro para percibir el tiempo y, como hemos visto, también es su propio reloj, que opera en una espléndida dimensión natural.
Esta dimensión, que los humanos hemos olvidado, puede sincronizarse con sus necesidades para pasar juntos el mejor tiempo posible, lleno de cuidado, mimos, caricias y muchísimo amor.

“¿Nos tomamos un té juntos?”
Volviendo a nuestra Alicia en el país de las maravillas, quien introdujo al principio de este artículo el concepto tan personal del paso del tiempo, hay otra escena muy especial que ilustra esto y nos ayuda a comprender también la percepción del tiempo en los perros.
En cierto punto, Alicia llega a la casa de la Liebre de Marzo, quien está tomando el té junto al Sombrerero Loco.
Estos dos personajes, en compañía del lirón, toman el té cambiando constantemente de lugar, moviéndose de una taza a otra. Alicia se entera de que el reloj del Sombrerero siempre marca el día, pero nunca la hora, y le presentan un acertijo: «¿Por qué un escritorio es como un cuervo?».
Si has leído el libro o visto la película, ya conoces la respuesta. Si no, te la dejamos al final del artículo*.
El punto es que el Sombrerero Loco y la Liebre de Marzo repiten constantemente las mismas acciones, dentro de una dimensión temporal ajena a la del reloj, que podemos definir como subjetiva.
A diferencia del tiempo objetivo, que es igual para todos y medible con un reloj, el tiempo subjetivo es psicológico e individual.
¿Es entonces la clave para comprender la percepción del tiempo en los perros este concepto de tiempo subjetivo?
Nos lo demuestran las inmensas muestras de alegría que nuestros amigos de cuatro patas nos dan al regresar: ya sea que hayan pasado 5 minutos o 5 horas, ¡nuestros peludos saltan de felicidad!
Esto podría evidenciar su subjetividad del tiempo y también revelarnos algo valioso: el amor que sienten hacia nosotros supera sin duda las barreras de la percepción del tiempo.
Nos corresponde a nosotros cuidar de los momentos que compartimos con ellos y asegurarnos de que sean siempre felices, alegres y llenos de amor.
La respuesta es: ambos tienen plumas.
Artículo elaborado con la colaboración de Chiara Festelli, Educadora Canina.