- ¿Qué sabemos sobre la memoria de los perros?
- ¿En qué se diferencia la memoria de los perros de la humana?
- Memoria del perro: ¿cuánto dura?
- La memoria de los perros y la masticación
- ¿La memoria de los perros es afectiva?
- ¿Existe una memoria auditiva en los perros?
- ¿Los perros pueden perder la memoria?
- ¿Existen libros sobre la memoria de los perros?

¿Cómo funciona la memoria de los perros? ¿Qué recuerdan los peludos? ¿Y por qué a veces la memoria de los perros nos parece tan asombrosa?
Comencemos con una historia.
Luca tiene veinticinco años y hace unos meses se mudó al extranjero por trabajo, dejando la casa de sus padres donde vive la dulce perrita Nuvola.
La vida en su nueva ciudad es frenética, y Luca extraña mucho a su amiga. Cuando finalmente regresa a casa después de seis meses, se pregunta si ella aún lo recordará…
Es una mañana de sábado, llega a la estación, alquila un coche y conduce hasta la casa de sus padres. A pocos metros de la puerta, escucha el ladrido familiar de Nuvola: ¡la perrita corre hacia él, está emocionadísima y hasta tiembla un poco!
Mueve la cola con fuerza y, en cuanto Luca abre la puerta, ella salta sobre él, le lame la cara, los brazos, las manos… ¡es un huracán de cariño!
Luca se agacha y la abraza. El amor de Nuvola derrite su corazón.
A pesar de que han pasado seis meses, la perrita lo recibe con el mismo entusiasmo de cuando vivían juntos.
Después de este momento conmovedor, Luca se sienta en el suelo y piensa: “¿Pero la memoria de los perros es tan fuerte?” La respuesta es sí. Nuvola demostró recordarlo y haber percibido su llegada incluso antes de verlo.
Así, cuando logra levantarse de este huracán de emociones, Luca camina con Nuvola al parque, regresa a casa, juegan durante varias horas y, más tarde, disfrutan de una noche tranquila frente al televisor. Después de algunos días, cuando llega el momento de regresar a su rutina laboral en la ciudad, Luca promete a su peludita que volverá tan pronto como pueda.
Y así, cada vez que regresa a casa, Nuvola le demuestra que, a pesar de todo, ninguna barrera de espacio o tiempo puede romper su vínculo, que siempre será fuerte.
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Luca y Nuvola se llenan de mimos y besos.
¿Qué sabemos sobre la memoria de los perros?
La historia de Luca y Nuvola conecta la memoria con el tiempo, dos dimensiones profundamente entrelazadas, como vimos en el artículo dedicado a la percepción del tiempo en los perros.
Hoy intentaremos comprender qué sabemos sobre la memoria de los perros, revisando algunos estudios sobre el tema y tratando de responder a las preguntas más comunes sobre qué logran recordar nuestros peludos.
Una historia como la de Luca podría haberle sucedido a muchos de nosotros, quizás con variaciones, pero ¿cuántas veces nos hemos sorprendido al notar que nuestro perro recordaba exactamente la ubicación de un objeto, por ejemplo?
¿O cómo logra reconocer a ciertas personas, incluso si ha pasado mucho tiempo desde la última vez que las vio?
Y aún más, ¿la memoria de los perros está relacionada con su pasado? Si han sufrido, han sido abandonados o han vivido en un refugio en condiciones terribles, ¿esto ha dejado una huella en su memoria? ¿Sus comportamientos particulares en determinadas situaciones podrían derivar de un recuerdo?
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¿Y si la memoria de los perros y la de los humanos tuvieran puntos en común?
¿En qué se diferencia la memoria de los perros de la humana?
Sabemos que los perros tienen memoria, y este es un punto de partida importante que nos ayuda a comprender sus emociones y comportamiento.
Según Darwin, “los sentidos y las intuiciones, las diversas emociones y facultades de las que el hombre se enorgullece, como el amor, la memoria, la atención, la curiosidad, la imitación, la razón, etc., pueden encontrarse en una fase incipiente e incluso a veces desarrollada en los animales”.
En términos generales, la memoria de los perros y la de los humanos son naturalmente diferentes.
Sin embargo, hay puntos en común, y para entenderlos podemos imaginar la memoria de los perros como si estuviera compuesta por pequeños cajones, donde cada uno guarda una capacidad de memoria diferente.
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¡Qué confusión! Mejor salir corriendo…
La memoria asociativa en los perros
También conocida como memoria declarativa y relacional, es la capacidad de relacionar elementos con eventos, personas o lugares que pertenecen a una dimensión temporal pasada.
Por ejemplo, si tomamos una correa, nuestro compañero de cuatro patas ya ha asociado ese objeto con el inminente paseo.
Pero pensemos también en la aspiradora… Por lo general, es la pesadilla de los peludos, que apenas la ven corren despavoridos.
Para los humanos, la memoria asociativa es sumamente relevante, ya que el cerebro realiza asociaciones continuas basadas en los objetos que se ven; cuando la mente recupera una información, un elemento recuerda otro, y así sucesivamente.Species memory
Also known as ancestral memory, this dates back to when dogs were wild animals—or even wolves. It is closely tied to survival and may activate in specific circumstances, such as finding the way home when lost.
In humans, this concept relates to the reptilian brain, the most primitive part that governs survival instincts and basic needs. Some researchers attribute mechanisms like fight-or-flight responses to this brain. For example, when faced with potential danger, humans decide to flee or face the threat.
Interestingly, this mechanism remains so deeply ingrained that it often triggers anxiety or stress in non-threatening situations. Fortunately, our pets help alleviate this with their presence and boundless affection.
La memoria de especie
También conocida como memoria ancestral, se remonta a cuando los perros eran animales salvajes y, antes aún, lobos. Está estrechamente vinculada a la supervivencia, pero puede activarse si se presentan condiciones que lo requieran, como por ejemplo, encontrar el camino a casa si el perro se ha perdido.
En los humanos, hablamos del cerebro reptiliano, la parte más primitiva que regula el instinto de supervivencia y las necesidades básicas. Varios estudios señalan que la acción de este cerebro está relacionada con mecanismos destinados a proteger la supervivencia, como el de lucha-huida. Si, por ejemplo, ocurre algo potencialmente peligroso, los humanos eligen escapar o atacar.
Es interesante notar que este mecanismo está tan arraigado en el cerebro humano que incluso eventos y situaciones que no son peligrosos se perciben como tales, lo que parece ser una de las causas de los estados de ansiedad y estrés que afectan a los seres humanos.
Por suerte, nuestros compañeros peludos saben cómo aliviarlo con su presencia y con su cariño infinito.
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¿Por qué algunos cachorros ya saben cómo comportarse?
La memoria de raza
La memoria de los perros vinculada a la raza es la que determina su carácter y tendencias. No está relacionada con ninguna educación recibida y es lo que diferencia, por ejemplo, la memoria de los perros pastores de los perros de madriguera o de jauría.
Esta memoria de los perros es bastante misteriosa, ya que explicaría cómo, por ejemplo, un Pastor Australiano que nunca ha visto un rebaño de ovejas se siente atraído por ellas y sabe cómo comportarse con ellas, incluso sin haber recibido una educación específica.
Dado que los seres humanos pertenecen a una única raza, en este caso no se puede hablar de memoria de raza humana, como ocurre con los peludos.
La memoria episódica
Es la capacidad de recordar un evento sucedido incluso mucho tiempo atrás.
Esta capacidad ha sido demostrada en los perros mediante el entrenamiento para imitar una acción humana. Incluso después de 24 horas, los perros aún recordaban la acción, demostrando así que poseen una memoria que podemos definir como imitativa.
Este estudio llevó a los investigadores del Departamento de Etología de la Universidad de Budapest a enseñar a 17 perros a imitar acciones realizadas por humanos, utilizando el método de entrenamiento llamado «Do As I Do».
Este sistema se basa en el uso de las llamadas neuronas espejo, células presentes tanto en los perros como en los humanos, que se activan cuando observamos a un semejante realizar un gesto particular. Con este método, el instructor realizó una acción, como saltar, y luego dio la señal «Do It», lo que llevó al perro a repetir la misma acción.
Los investigadores demostraron así que los perros son capaces de imitar la acción solicitada por el humano incluso después de 24 horas, lo que evidencia la existencia en ellos de una memoria de lo ocurrido.
Para profundizar más, los estudiosos mostraron a los perros acciones de la vida cotidiana. Luego esperaron un tiempo y, de manera completamente inesperada, dieron la señal «Do It».
¿El resultado? Los perros imitaron la acción a la perfección, y para los investigadores esto significa que, para hacerlo, los peludos utilizaron precisamente la memoria episódica.
Los humanos también poseen una memoria episódica, que es la capacidad de recordar un evento y, al mismo tiempo, evocar cuándo ocurrió.
Ahora que hemos visto cuáles son los principales tipos de memoria de los perros, profundicemos en sus características en términos de tiempo, es decir, cómo funciona la memoria de los perros a corto plazo y a largo plazo.

¡Yo también tengo mis recuerdos más dulces!
Memoria del perro: ¿cuánto dura?
¿Somos capaces de definir cuánto dura un recuerdo en la mente del perro? Una investigación en la Universidad de Estocolmo demostró que los perros pueden recordar acciones por un breve período de tiempo.
Para realizar estos estudios, a los perros se les mostró un objeto escondido y luego se les pidió que esperaran durante un breve intervalo de tiempo antes de buscarlo. Los resultados demostraron que los perros fueron capaces de mantener la memoria de la posición del objeto durante aproximadamente dos minutos.
Esto podría ser una base para comprender la duración de la memoria a corto plazo de los perros.
Pero, ¿qué sucede cuando los recuerdos están relacionados con un pasado más lejano?
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Qué bien lo pasamos de vacaciones el año pasado…
¿Y la memoria a largo plazo de los perros?
Estamos caminando por la calle y, en un momento dado, nos encontramos con nuestro vecino que, lamentablemente, no le gustan mucho los animales.
Nuestro perro está con nosotros y enseguida notamos que adopta una actitud un poco desagradable y una mirada que nos sugiere que en ese momento no está nada cómodo.
Eventos como este pueden haberle sucedido a cualquiera, y la conclusión a la que podemos llegar es que, simplemente, nuestro amigo de cuatro patas lo recuerda y ‘catalogará’ a esa persona como indeseable, o también incluso hostil.
Este aspecto tiene que ver con la memoria a largo plazo de los perros, pero ¿es correcto decir que los perros recuerdan eventos de un pasado tan remoto?
Sobre este tema, uno de los etólogos más renombrados del mundo, Mark Bekoff, explicó que la memoria a largo plazo representaría el archivo de sus experiencias, donde almacena todos los eventos que han ocurrido a lo largo de su vida.
Esto le permitiría recordar los olores, los sonidos, los objetos, los lugares y, sin duda, también las personas con las que ha tenido contacto.
Y esto se relaciona tanto con la memoria episódica de los perros como con la memoria asociativa de la que hablamos un poco más arriba.
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¿Nuestros corazoncitos recuerdan haber sufrido cuando eran cachorros?
¿Los perros recuerdan haber sido maltratados?
Según Bekoff, más allá de la naturaleza de los eventos, ya sean positivos o negativos, el perro memoriza lo que ha sucedido a lo largo de su vida, especialmente en los primeros meses y durante la fase de maduración sexual.
Estos eventos son los que tendrán mayor impacto en su vida futura, porque serán recordados gracias a determinados estímulos.
La respuesta a la pregunta sobre la memoria de los perros relacionada con maltratos o un pasado difícil es, por lo tanto, afirmativa: los corazoncitos lo recuerdan bien.
Con el paso del tiempo, esta capacidad de aprender y, por lo tanto, de recordar, no desaparece, aunque con el tiempo serán necesarias más repeticiones para que el perro memorice algo específico.
Volviendo al encuentro cercano con el vecino, el perro podría haber recordado eventos desagradables ocurridos con él en el pasado, y manifestar su desconfianza o incluso su hostilidad.
Y esto también podría despertar recuerdos más ‘lejanos’ que a su vez podrían generar fobias, como hemos contado en este artículo.

¡Ñam! Con este hueso me divierto y además entreno mi memoria.
La memoria de los perros y la masticación
Así es, existe una correlación significativa entre la masticación y las capacidades cognitivas en los perros.
Esto ha sido demostrado por un estudio publicado en Science Direct, que examinó cómo los juguetes para masticar influyen en el desempeño de los perros en dos pruebas de memoria diferentes.
En este caso, los investigadores realizaron pruebas dando a los peluditos algunos juguetes para masticar. Los perros que presentaban altos niveles de ansiedad mostraron una mayor frecuencia de masticación, lo que mejoró su condición, pero también las prestaciones de la memoria a corto plazo.
Estos resultados sugirieron que la masticación puede tener efectos muy positivos a nivel cognitivo.
Y, aunque puede ser evidente reiterarlo, demostró una vez más que los corazoncitos necesitan que cuidemos de ellos mucho más allá de sus necesidades primarias.
Darles juguetes para masticar, de hecho, les ayudó a mejorar su bienestar emocional y esto nos demuestra cuán bien puede hacerles darles mimos y atenciones para que siempre se sientan amados y protegidos.
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Sí, los perros recuerdan los momentos especiales que pasamos con ellos.
Sì, i cani ricordano i momenti speciali che trascorriamo con loro.
¿La memoria de los perros es afectiva?
El perro recuerda cada evento según la emoción que experimenta y percibe en el momento exacto en que lo vive. Por esta razón, se puede hablar de una memoria afectiva de los perros, que está estrechamente relacionada con la memoria episódica.
Un ejemplo claro es cuando un perro ha pasado por un evento traumático y doloroso por algún motivo, o una experiencia negativa con un objeto en particular; si vuelve a entrar en contacto con él o con algo similar, probablemente tenderá a evitarlo y a alejarse.
Por el contrario, el perro reconoce los lugares que ama y las personas que adora, mostrando alegría, como nos demuestra la historia de Luca y la dulce Nuvola, que compartimos al inicio de este artículo.
Quizás es un poco como nuestra capacidad de asociar una emoción a un lugar: si en un lugar específico hemos vivido emociones positivas y nos hemos sentido bien, adoramos ese lugar y queremos volver. Por el contrario, si vivimos una experiencia negativa en un lugar, la emoción asociada será negativa.
En realidad, este también es un tipo de aprendizaje mnemónico que se utiliza en la educación de los perros para enseñar ciertos comportamientos, conocido como la técnica de refuerzo positivo.
En este caso, a la acción deseada se le asocia una recompensa o un extra de mimos, para que el perro recuerde qué hacer correctamente para obtener nuevamente esa recompensa tan valiosa. De esta manera, se potencian las actitudes que deseamos de nuestro perro, su educación en diversas situaciones y la relación que tenemos con él.

¡El olfato de nuestras mascotas tiene súper poderes!
¿Existe una memoria auditiva en los perros?
¡No olvidemos el olfato!
¡Claro que sí!
El concepto es el mismo: asociar algo desagradable o, por el contrario, algo agradable a un recuerdo pasado. Y esto, en la memoria de los perros, también ocurre con las sensaciones auditivas.
Por ejemplo, el perro reconoce el sonido del coche de su dueño y comienza a emocionarse incluso antes de que este haya abierto la puerta de casa.
Este es un clarísimo ejemplo de memoria auditiva en los perros.
Otro ejemplo de memoria auditiva puede ser el ruido de una tormenta o de los fuegos artificiales, que pueden ser sonidos realmente traumáticos para nuestra mascota. Por ello, durante el proceso de educación, el educador canino repetirá el sonido varias veces (incluso aumentando el volumen) para acostumbrar al perro a recordar ese sonido, de modo que en el futuro no le tenga miedo ni se sienta incómodo al escucharlo.
¿Y si también hubiera una memoria auditiva genética?
En el caso de una alarma o una sirena, por ejemplo. Este estímulo auditivo particular puede recordar al aullido de los lobos; de hecho, según una investigación realizada por la doctora Diana Koranova, el sonido de las sirenas de emergencia está diseñado específicamente en las frecuencias de los aullidos de los lobos. ¡Por eso la curiosa reacción de nuestras mascotas!
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Los perros, al igual que los humanos, pueden perder la memoria con el paso del tiempo.
¿Los perros pueden perder la memoria?
La memoria de los perros puede variar significativamente de un sujeto a otro. Además, cambia con el avance de la edad, pero también según las experiencias que el perro haya vivido.
Por ejemplo, un perro que vive en libertad puede necesitar recordar muchas más cosas que un perro que vive en una familia. Esto se debe a que la rutina diaria de un perro doméstico, que siempre es la misma, a veces puede reducir sus capacidades de memorización.
Además, los perros pueden sufrir de disfunciones cognitivas que los llevan a problemas de pérdida de memoria.
En estos casos, pueden verse afectados por procesos degenerativos del sistema nervioso, llegando a no reconocer a las personas familiares o el entorno en el que viven, y a no responder a los ejercicios que conocían anteriormente o a no aprender otros nuevos.
Por esta razón, es sumamente importante mantener siempre a nuestros corazones de cuatro patas activos y comprometidos.
¿Se puede entrenar la memoria de los perros?
Los estudios coinciden en que es fundamental entrenar la memoria de los perros, especialmente de los más viejos.
Es un poco lo mismo que nos pasa a los seres humanos: si seguimos la misma rutina todos los días, nunca hacemos cosas nuevas o vemos siempre las mismas personas y los mismos lugares, después de un tiempo nuestras capacidades de pensamiento, concentración e incluso memoria pueden verse afectadas.
Para entrenar la memoria de los perros se pueden utilizar juguetes de activación mental para intentar hacer los días más estimulantes, pero siempre intentando mantener sus hábitos, una rutina que a nuestro peludito le gusta mucho y que además es muy importante; si quieres saber más, lee nuestro artículo sobre este tema.

Los peluditos son protagonistas de muchas historias que derriten el corazón.
¿Existen libros sobre la memoria de los perros?
Historia de un perro que enseñó a un niño la fidelidad
Un libro muy relacionado con el tema de la memoria de los perros es «Historia de un perro llamado Leal» de Luis Sepúlveda.
Esta novela cuenta la historia de un perro lobo que es perdido por una caravana en Chile y encontrado por un jaguar, que lo lleva a la casa del jefe de la tribu Mapuche.
La nueva familia acoge al cachorro, lo llama Aufman y se convierte en el mejor amigo del hijo del jefe tribal, el pequeño Aukamañ.
Ambos crecen juntos en armonía con la naturaleza, pero sus vidas se ven alteradas por la llegada de personas crueles que quieren apoderarse de la tierra para construir carreteras y ferrocarriles, y no dudan en destruir todo lo que bloquee sus ambiciones económicas y de poder.
Aufman y Aukamañ, lamentablemente, son separados y el joven, al crecer, se levanta contra los opresores.
No queremos hacer spoilers sobre el final, pero a lo largo del libro ocurre algo en lo que la memoria del perro es fundamental y da lugar a eventos que son un himno a la fidelidad, la amistad y la libertad más auténtica.
En conclusión, ahora que sabemos algo más sobre la memoria de los perros, podemos comprender mejor sus actitudes, pero sobre todo, comprometernos a cuidar su bienestar cognitivo.
Podemos hacerlo estimular la memoria de los perros con juegos, hacer que experimenten muchas nuevas experiencias y llenarlos de brazos y caricias, para que sus recuerdos siempre sean maravillosos.
Artículo redactado con la asesoría de Chiara Festelli, Educadora Canina.