El mastín napolitano es una de las razas de perros más populares en Italia: su carácter, sus ojos penetrantes y su hocico inconfundible hacen de él el perfecto rey de la casa. No obstante, con su creciente popularidad, se ha convertido en un problea debido a que no es un perro adecuado para todos los públicos y como os recordamos a menudo, es mejor consultar con un educador canino antes de adoptar uno.
Pero ponte cómodo, porque ahora te contamos todo lo que sabemos sobre el mastín napolitano, simpatía y autoridad.
Los antiguos orígenes de la raza
El mastín napolitano es una raza de perro que se extendió en Italia en siglo XIX. La raza se creó cruzando mastines ingleses con perros españoles y a día de hoy se mantiene como un símbolo de “italianidad”. Nacido de los molosos rurales de la Italia rural del sur, es un descenciente directo de los grandes molosos asirios-babilonios, que se difundieron por Europa gracias a los romanos. Debido a su larga historia, el mastín napolitano representa un auténtico “monumento viviente” para los amantes de los perros de raza.
Se le asignó la tarea de perro de guardia durante el período borbónico donde se le conocía como “Cane da presa” y a menudo se reclutaba como soldado contra el ejército saboyano durante los pillajes. Su fuerza maxilar es de alrededor de 80 kg. Al comienzo del sigo XX estaba en vías de extinción pero fue redescubierto en las campañas de Nápoles y Avellino durante la postguerra de la Segunda Guerra Mundial, como puedes leer aquí.
En el De re rustica de Columella, del siglo I d.C, lo describen, junto al pastor de Maremma, como el mejor perro de guardia para las propiedades y los patios.
Bonito e imposible: las características del mastín napolitano
Sempre Columella describía al mastín también como: “con il capo tanto grande che sembri la maggior parte del corpo, con le orecchie abbassate e pendenti, con occhi neri o glauchi, lucenti di una luce fiera, con il petto ampio e peloso, spalle larghe, zampe tozze e irte, coda corta, spesse callosità” (“con la cabeza tan grande que parece que sea la mayor parte del cuerpo, con las orejas gachas y colgantes, con ojos negros o glaucos, resplandecientes con una luz orgullosa, con pecho amplio y peludo, hombros anchos, patas achaparradas e hirsutas, cola corta, callos gruesos”)
Efectivamente, los mastines napolitanos tienen una cabeza amplia, un hocico de largura media, el pecho amplio y un cuerpo musculoso. Normalmente son negros o marrón oscuro con matices marrón claro. El pelaje puede ser ondulado o rizado pero no es un pelo duro. A menudo presentan un sub pelo denso y una peluria sedosa que va del marrón claro al marrón oscuro en la cabeza y en las patas con matices del mismo tono de su coloración natural que le dan un aspecto distintivo.
Es de talla grande, con la parte anterior más alta en comparación con la zona de las patas; su característica principal es el pelo corto, opaco y muy denso: se presenta con pelos más gruesos en el lomo y en las patas que se presentan más finos en las orejas, la cabeza, en los pechos y la tripa.
Como indica ENCI, el estándar de la raza se elabora y reconoce por primera vez en 1949:
- Forma corta y pesada con un tronco más largo que la altura de los hombros.
- Altura de los machos a la cruz de 65 a 75 cm y de las hembras de entre los 60 y 68 cm.
- Largura del busto un 10% mayor a la altura de los hombros.
- Largura de la cabeza igual al 3/10 de la altura en la cruz.
- Proporción entre cráneo y boca de 2 a 1.
El carácter del mastín napolitano
Los mastines tienen una gran fuerza y mucha resistencia; son leales, inteligente, de buen carácter y dignos de la más total confianza. Tienen un carácter fuerte y leal hacia la familia, no agreden ni muerden si no se les provoca. Son ingeniosos e inteligentes y son grandes defensores de la propiedad y de las personas con un comportamiento vigilante, noble y digno. Sin embargo, adoptar un mastín napolitano no es una opción para todo el mundo por dos razones principales.
Ante todo, es un perro muy fuerte y muy grande y puede atemorizar a los niños o a quien no se encuentra a gusto con los perros grandes. Además, el mastín es tan leal como desconfiado con los extraños y, por ello, se necesita trabajar atentamente la socialización mientras aún son cachorros.
Por último, el mastín napolitano necesita muchos cuidados de salud. Babea mucho y sus características arrugas pueden convertirse en un nido de bacterias y suciedad que pueden ser peligrosas para su salud.
Cuidado del perro
Siendo un perro de talla enorme, el mastín tiende a la torsión gástrica. Para evitar este problema, es indispensable una correcta alimentación. El cuidador de los mastines deberían sub dividir las raciones de comida diaria en pequeñas porciones y evitar así que hagan ejercicio físico tras haber comido. La dieta tiene que ser equilibrada y cuidada hasta el más mínimo detalle con un programa dietético adecuado, de manera que no haya ni carencia ni exceso de nutrientes con el objetivo de preservar la salud de sus huesos.
Debes cuidar exhaustivamente los pliegues y las arrugas de tu majestuoso amigo con el fin de evitar infecciones en la piel. Controlándolas regularmente, puedes evitar algunos problemas graves.
Al comer, tu mastín puede acumular suciedad bajo las arrugas, por lo que puedes usar una de nuestras toallitas ras cada comida. A pesar de su tamaño, estos guardianes tienen una piel muy sensible y es importante utilizar productos para el baño con un pH neutro y una acción desinfectante como nuestro Champú desinfectante. Tras la limpieza de la boca, asegúrate de eliminar toda la humedad, pues ésta podría causarle infecciones. Por otro lado, si dejas que los pliegues de tu amigo de cuatro patas se sequen demasiado, puedes causarle irritaciones y erupciones cutáneas. Por lo tanto, te aconsejamos poner un poco de la loción dermoprotectora Yuup! dentro de estos pliegues tras un lavado a fondo. Además, hay que mantener el contorno de los ojos limpio gracias, por ejemplo, a una loción específica.
Esperamos que ahora tengas las ideas más claras sobre esta maravillosa raza y, si quieres reirte un poco, piensa en el simpático perro de la película italiana “Mia moglie è una strega!”.
