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Las enfermedades de los perros

Las enfermedades de los perros
febrero 5, 2024 Alberto
Tiempo de lectura: 18 minutos
Índice
Cane bassotto sul tavolo del veterinario mentre il medico lo visita

Nuestros fieles compañeros de cuatro patas, los perros, son propensos a una variedad de enfermedades que pueden afectar significativamente su calidad de vida. Es fundamental que todo amo conozca estas enfermedades, sus síntomas, para saber cómo prevenirlas o tratarlas.

En este artículo, exploramos las enfermedades caninas más comunes, desde infestaciones parasitarias hasta condiciones genéticas, e intentamos comprender juntos la importancia de un enfoque preventivo para la salud de nuestro peludo.

Mujer besa a un perro de gran tamaño en la cabeza con una mirada triste

El apoyo mutuo es fundamental en la relación entre humano y perro.

Enfermedades parasitarias de los perros

Los parásitos son entre los principales enemigos del bienestar de nuestros amigos de cuatro patas. Estos organismos no son directamente responsables de las enfermedades, pero actúan como vectores de un virus. Es decir, llevan el virus dentro de su cuerpo y luego lo transmiten a otros organismos.

Veamos las enfermedades caninas más frecuentes y comunes generadas por los parásitos.

Leishmaniasis

Es una enfermedad crónica, infecciosa y contagiosa que se transmite, es decir que requiere de un vector biológico para transmitirse. La Leishmaniasis canina en Europa es causada por el parásito Leishmania, que a su vez se transmite por la picadura de pequeños insectos, el Phlebotomus Papatasi. Es una enfermedad reconocida como antropozoonosis, lo que significa que en algunas condiciones también es transmisible a los humanos.

Esta enfermedad afecta a los perros que, picados por el insecto, pueden presentar síntomas muy graves, de forma individual o en grupo. En ocasiones puede presentarse principalmente con síntomas cutáneos, otras veces también puede afectar órganos internos provocando diversos síntomas, he aquí algunos de los principales:

  • alopecia (pérdida de pelo) en el área de los ojos, en las piernas y en la espalda
  • dermatitis secas
  • lesiones en la piel, con pérdida visible del pelo, por ejemplo en las orejas y la nariz
  • dolores articulares
  • daños renales con anorexia, vómitos, diarrea y problemas neurológicos

 

Existen varios tipos de vacunas indicadas para perros asintomáticos y seronegativos, aunque la vacunación preventiva no parece proporcionar una cobertura completa.

Después de haber realizado visitas y pruebas necesarias a través de un veterinario profesional y haber confirmado o no el diagnóstico, es posible llevar a cabo atenciones específicas para el tratamiento de esta enfermedad, a través de terapias que son objeto de continuos estudios y controles.

Para proteger nuestro corazón de cuatro patas de la Leishmaniasis, es importante conocer la profilaxis que se debe adoptar. Hoy en día existen varias soluciones prácticas para ahuyentar a estos parásitos, como collares específicos, cómodas pipetas para aplicar mensualmente directamente sobre la piel de nuestro peludo, así como productos repelentes naturales útiles para potenciar el efecto del antiparasitario elegido.

Filariasis

La Filariasis es una enfermedad crónico-degenerativa y es bueno recordar que, en los casos más graves, si no se diagnostica a tiempo, puede provocar la muerte. Es una enfermedad transmitida por mosquitos y en particular, según estudios recientes, el mosquito tigre es el principal causante de propagación de la enfermedad.

Dependiendo del parásito, la Filariasis puede tener forma cardiopulmonar o cutánea. Es fundamental aseguararse con mucho cuidado de que una persona con filariasis no sea también portadora de Leishmaniasis u otras enfermedades transmitidas por garrapatas.

Algunos de los síntomas que puede generar son:

  • picor
  • presencia de nódulos subcutáneos
  • disminucion del apetito
  • cansancio y fatiga
  • tos seca
  • anemia

 

Desafortunadamente, si no se trata, puede empeorar y provocar embolia pulmonar, insuficiencia cardíaca, acumulación de líquido en el abdomen y signos neurológicos.

Por este motivo se recomienda, como pasa con todas las enfermedades transmitidas por insectos y parásitos, llevar a cabo la correcta profilaxis preventiva.

Giardiasis

La Giardiasis que debe su nombre al protozoo responsable de la transmisión, es una infección del tracto gastrointestinal. La Giardiasis se puede contraer de varias maneras: bebiendo de charcos de agua, ingiriendo partes del suelo, de alimentos contaminados o de las heces de un animal infectado.

Para un perro, la posibilidad de contraer esta infección depende en gran medida de su estado de salud. De hecho, un sistema inmunológico fuerte puede ayudar al peludo a defenderse de la acción infecciosa de la Giardiasis; por el contrario, un perro joven o anciano, o uno con un estado de salud no óptimo, puede enfermarse más fácilmente.

Algunos de los síntomas de esta infección tan común son:

  • diarrea repentina
  • heces verdosas, blandas y malolientes
  • deshidratación
  • malabsorción de los alimentos ingeridos
  • malestar abdominal
  • pérdida de apetito
  • vómito, aunque poco común

 

La enfermedad es diagnosticada por el veterinario mediante el examen de las heces y, una vez comprobada la presencia del parásito, se trata farmacológicamente con medicamentos específicos. Su duración podría ser de semanas, por lo que si tienes otros peluditos en casa es aconsejable la separación temporal para evitar contagios.

Después de que tu corazón de cuatro patas se haya sanado, recuerda hacerle un buen bañito después del último día de tratamiento, porque limpiar su piel, pelaje y partes privadas siempre es muy importante tanto para él como para quienes lo rodean.

Perro Beagle acostado en su cama con expresión cansada

Si tu perro duerme más de lo habitual y no quiere moverse, una visita al veterinario es aconsejable.

Ehrlichiosis

Se encuentra entre las enfermedades caninas más comunes transmitidas por vectores, en este caso por garrapatas que actúan como vectores del parásito Ehrlichia Canis. Esta enfermedad, con una incubación de entre 8 y 20 días, puede provocar fiebre, pérdida de apetito y anemia.

La bacteria infecta los glóbulos rojos del perro y luego llega a los órganos y puede presentarse en tres formas distintas, dependiendo de la salud del perro y de su sistema inmunológico: forma aguda, forma subaguda y forma crónica.

Los síntomas más reconocibles son:

  • alteración de los valores sanguíneos
  • falta de plaquetas, consumidas por la bacteria
  • fiebre
  • aumento de tamaño de los ganglios linfáticos
  • letargo
  • pérdida de apetito y anorexia
  • secreción oculoconjuntival

 

En casos más graves, también se observan epistaxis (sangrados nasales), petequias (hemorragias con forma de puntos) y equimosis (moretones).

Algunos síntomas, como la fiebre, pueden confundirse con el desarrollo de una simple gripe. Por este motivo, si notamos que nuestro corazón de cuatro patas parece no estar muy bien, la visita al veterinario es imprescindible.

La ehrlichiosis puede manifestarse incluso meses después de la infección y, en los casos más graves, puede provocar la muerte del perro incluso a los pocos días de la aparición de los síntomas.

La terapia a seguir para erradicar esta enfermedad va dirigida precisamente a eliminar la bacteria. Un tratamiento antibiótico puede ser suficiente, aunque en ocasiones puede no serlo, siendo necesario también un tratamiento con glucocorticoides, sobre todo en las formas crónicas. Lamentablemente, en las formas crónicas la recuperación no es tan fácil.

Escabiosis

La Escabiosis, más comúnmente llamada Sarna, es una de las enfermedades parasitarias más extendidas en los perros. Altamente contagiosa, se transmite a nuestros amigos peludos por la picadura del ácaro, vector del virus Sarcoptes Scabiei. El ácaro es un arácnido capaz de vivir en cualquier temporada y en cualquier ambiente, por lo que esta enfermedad está muy extendida no sólo entre perros sino también entre gatos, conejos, zorros e incluso humanos.

El picor intenso y la dermatitis con formación de escamas en la piel son los principales síntomas que, si no se tratan adecuadamente, pueden degenerar en pústulas, pápulas y lesiones cutáneas. El picor suele afectar fuertemente al perro, hasta el punto de que le provoca rascarse continuamente, provocando lesiones en la piel.

Esta patología inflamatoria puede presentarse de diferentes tipos, más o menos grave con diferentes síntomas, y, una vez diagnosticada con pruebas veterinarias específicas, se trata con paciencia y rigurosidad. Para curarla se aplican ciclos de terapia antibiótica pero es recomendable intentar evitar esta enfermedad dándo mucha importancia a la prevención mediante la aplicación de antiparasitarios, combinados con una dieta sana y equilibrada para mantener las defensas inmunológicas altas con controles periódicos por parte del veterinario.

Perro blanco de gran tamaño se muerde la pata trasera

Cuando el picor es excesivo, el perro puede incluso provocarse lesiones.

Las alergias de los perros

Como nos pasa a nosotros los humanos, las alergias son una patología común también para nuestros perros. Los factores desencadenantes pueden ser de diferente naturaleza, por ejemplo ambientales o dietéticos. Veamos las alergias más extendidas entre nuestros amigos de cuatro patas.

Alergias cutáneas

La alergia cutánea –o Dermatitis alérgica– es una molestia que afecta a la piel. Suele ser provocada por una reacción del sistema inmunológico del perro, en respuesta a una sustancia considerada peligrosa para su salud. Las picaduras de insectos, como mosquitos y pequeñas arañas, se encuentran entre las causas más comunes. Pero también pueden producirse alergias, por ejemplo, después de tomar medicamentos.

Los síntomas incluyen picor, enrojecimiento de la piel y caída del pelo, en las zonas donde el enrojecimiento es más persistente.

En ocasiones los síntomas desaparecen por sí solos en poco tiempo, en otros casos, sin embargo, cuando la alergia es provocada por fármacos o por una dieta no adecuada al bienestar de nuestro peludito, será necesario intervenir con el consejo de un veterinario para un cambio en el tratamiento o en el estilo de alimentación.

Alergias respiratorias

¿Sabías que el polvo, el polen y determinados olores también pueden ser enemigos de nuestros fieles perros?

Pues sí, para ellos también las alergias respiratorias provocan síntomas comunes a los nuestros como tos, estornudos y congestión nasal. Al igual que para nosotros los seres humanos, este tipo de alergia se puede solucionar fácilmente con la administración de antihistamínicos y, específicamente en el caso de los perros, de antiparasitarios contra los pequeños insectos que viven en el polvo.

Perro pastor alemán acostado en un campo florecido

El polen puede ser un enemigo también para nuestros amigos perros.

Alergias gastrointestinales

La nutrición es un aspecto realmente importante para un perro.

Una alimentación incorrecta o inadecuada para nuestro peludo puede provocar la aparición de alergias e intolerancias reconocibles en algunos síntomas característicos como:

  • picor
  • piel seca
  • lagrimeo excesivo de los ojos
  • infección en el oído
  • desequilibrios en los sistemas intestinal, urinario y musculoesquelético
  • cansancio y fatiga

 

Por este motivo, identificar la mejor alimentación para nuestro perro es fundamental.

Consultando a tu veterinario de confianza, o a un médico veterinario experto en nutrición, podrás resolver rápidamente los trastornos alimentarios de tu querido compañero de vida.

Las enfermedades genéticas en los perros

El corazón, los huesos, los músculos y los nervios del perro también son áreas propensas a enfermedades específicas.

Las causas, como también nos pasa a los humanos, pueden ser hereditarias, pero a veces puede pasar que surjan de complicaciones de patologías menos graves que podrían degenerar con el tiempo.

Enfermedades cardíacas

Entre las enfermedades cardíacas en los perros, las más comunes son genéticas. De hecho, en algunas razas las enfermedades cardíacas son un fenómeno recurrente. Por ejemplo, los problemas cardíacos son característicos de razas como el Doberman, el Dachshund, el Gran Danés o el Bulldog.

Los principales síntomas incluyen tos, falta de apetito, dificultad para respirar, colapsos y desmayos repentinos.

Enfermedades de músculos y huesos

Las enfermedades que afectan a los huesos de nuestros amigos de cuatro patas están muy difundidas, más de lo que podríamos pensar.

Generalmente, a medida que avanza la edad, el esqueleto del perro -como el de cualquier ser vivo- tiende a debilitarse y desgastarse. En algunos casos, sin embargo, las patologías óseas también pueden presentarse a una edad más temprana y, a menudo, la causa es hereditaria.

Perros como el Labrador, el Pastor Alemán, el San Bernardo o el Rottweiler son propensos a la Displasia de cadera, una patología que provoca el desgaste del cartílago entre la pelvis y el fémur. Esta enfermedad hereditaria provoca dificultades de movilidad en el animal y, de hecho, puede comprometer la calidad de vida y su rendimiento físico. Esta malformación articular se produce durante el crecimiento y puede afectar a todas las razas, con predilección por los tamaños medianos, grandes y gigantes. Generalmente las formas más graves se manifiestan ya en los cachorros, mientras que las menos graves aparecen en la edad adulta o en la vejez.

Siguiendo hablando de huesos y del paso de los años, la artritis y la artrosis también son patologías comunes. Debido tanto al desgaste del material óseo con el tiempo como a la inflamación de las articulaciones, estas condiciones generan dolor en el movimiento y rigidez muscular en el perro y debilitan su capacidad para moverse de forma independiente.

Perro de gran tamaño se para cansado para relajarse durante un paseo con correa

El cansancio y la dificultad de movilidad son síntomas típicos de la artritis en los perros.

Enfermedades del sistema nervioso

Una de las patologías más conocidas provocadas por el sistema nervioso de los perros es la Epilepsia. La enfermedad se reconoce con bastante rapidez ya que lleva a nuestro amigo de cuatro patas a sufrir convulsiones repentinas y aleatorias, de duración e intensidad variables. Si pensamos que nuestro perro acaba de sufrir un ataque epiléptico, lo primero que debemos seguramente hacer es llevarlo inmediatamente al Veterinario para un chequeo.

Entre las razas de perros más propensas a sufrir epilepsia encontramos el Beagle, el Dachshund, el Golden Retriever y el Labrador.

Otra enfermedad nerviosa es la Mielopatía degenerativa. Desafortunadamente, como su propio nombre indica, es una patología que tiende a empeorar con el paso del tiempo, ya que afecta las terminaciones del sistema nervioso, bloqueando la comunicación entre la médula ósea y la parte inferior del cuerpo del perro, paralizándolo. en el peor de los casos, en las patas traseras.

Pug, Boxer, Corgi, American Water Spaniel y Boyero de Berna son las razas de perros en las que se encuentra con mayor frecuencia esta enfermedad.

Enfermedades autoinmunes en los perros

Las enfermedades autoinmunes no sólo afectan la salud humana, también pueden formar parte de la vida de nuestros peluditos.

Como nos pasa a nosotros, este tipo de enfermedad no es contagiosa, de hecho afecta al sistema inmunológico del individuo que, una vez atacado, responderá de forma anómala hacia el propio cuerpo al no reconocer algunas de sus partes.

Las enfermedades más frecuentemente diagnosticadas en perros y gatos son el Pénfigo y el Lupus eritematoso, estas enfermedades pueden afectar a mascotas de cualquier raza, sexo y edad.

Los síntomas más comunes de una enfermedad autoinmune en perros pueden ser:

  • perdida de pelo
  • enrojecimiento
  • formación de pústulas
  • úlceras
  • costras

 

Reconocer una enfermedad como el Lupus no es fácil. Para diagnosticarlo es claramente necesaria una biopsia, que consiste en tomar un pequeño trozo de piel (donde aparece el problema) bajo anestesia local o general, con correspondiente análisis al microscopio, que se basa en la búsqueda de los signos típicos de las enfermedades autoinmunes.

Una vez confirmado el diagnóstico, nuestro veterinario de confianza propondrá una terapia adecuada con cortisona o fármacos inmunosupresores, luego se podrá mantener controlada la enfermedad con exámenes periódicos necesarios y constancia en la realización de la terapia.

A veces, sin embargo, pueden producirse recaídas durante la vida del peludito porque, como nos pasa a nosotros los humanos, las enfermedades autoinmunes no se pueden curar sino controlar impidiendo su progresión y limitando los síntomas.

El cancer en los perros

Quizás no todo el mundo lo sepa, pero lamentablemente esta enfermedad es una causa común de visitas al veterinario.

De hecho, el cáncer es una enfermedad relativamente generalizada incluso en nuestros corazones de cuatro patas y, como para nosotros los humanos, las formas en que se presenta pueden ser múltiples, al igual que los métodos de tratamiento aplicables.

La distinción entre tumores benignos y malignos también es válida para la medicina veterinaria, cuya diferencia sólo puede establecerse tras análisis cuidadosos y específicos del estado de salud del perro.

Los tumores pueden presentarse tanto de forma evidente, como la formación de masas celulares palpables al tacto, como también con síntomas más latentes. Entre ellas, la dificultad del perro para regenerar las heridas, fiebre, vómito, la sed continua o el sangrado son señales claras de que algo malo está pasando con nuestro peludo.

Entonces, ¿qué hacer si a nuestro perro le diagnostican cáncer? ¡Lo mejor que puedes hacer es confiar en tu veterinario! De hecho, cada forma de cáncer requiere diferentes diagnósticos, análisis, tratamientos y plazos. La correcta evaluación sobre qué hacer le corresponde al veterinario quien, con sus conocimientos y experiencia pensará exclusivamente en el bienestar de tu mascota.

Una veterinaria visita a un perro golden retriever cogiendo suavemente su cabeza y mirándolo a los ojos

El veterinario es el punto de referencia para la salud de tu perro.

La importancia de la prevención en las enfermedades del perro

La prevención juega un papel clave en la salud de los perros.

Las visitas periódicas al veterinario, las vacunas, una dieta equilibrada y un adecuado ejercicio físico pueden prevenir y reducir el riesgo de sufrir las enfermedades mencionadas anteriormente. Es entonces fundamental monitorear y conocer, cada día, las señales que nos envía nuestro perro. Un animal que no se siente bien no puede ocultar sus síntomas, por eso es bueno recordar que cada comportamiento diferente al habitual representa una oportunidad adecuada para llevar a nuestro perro a una visita al veterinario.

Así que no dudes en hacer revisar a tu corazón de cuatro patas por un especialista si no lo ves en buen estado, la prevención es lo más importante para vuestra vida juntos.

Perro caniche corre con expresión feliz en un prado cubierto de hierba

¡Un perro sano es un perro feliz!

Cuidar de la salud de tu perro significa conocerlo, observarlo cada día para notar si no se encuentra bien.

Sólo así podremos entender lo que necesita aunque no pueda decírnoslo y podremos estar listos  para identificar la mejor solución para proteger su bienestar y garantizarle una vida feliz con nosotros.

¡Una vida que, sea cual sea su estado de salud, tendremos el privilegio de vivir a su lado!

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