Los perros se parecen más a nosotros de lo que se piensa. ¿Sabíais que ellos también, al igual que nosotros, pueden sufrir estrés?
Aunque no puedan decírnoslo con palabras, es nuestro deber tratar de observar las señales que nos envían para poder ayudarlos.
En este artículo os queremos ayudar a entender los comportamientos que se necesitan tener bajo control.
Siempre es bueno recordar que, si notamos algo diferente, es recomendable en cualquier caso contactar al veterinario para una análisis profesional y segura.
Estrés en los perros: qué es y cuáles son las causas
Al igual que para el ser humano, con «estrés» se hace referencia a una reacción de adaptación del organismo a un cambio físico o psíquico. De hecho, se trata de un aumento de la actividad del organismo para adaptarse a una solicitud, o sea un estado con el cual nuestro cuerpo reacciona ante una amenaza y concentra sus fuerzas para superar el peligro.
Algunos de los desencadenantes podrían ser:
- Una mala socialización generada por una incorrecta educación en la relación con el mundo exterior.
- Una mala experiencia como el enfrentamiento con otro perro, el abandono o una violencia sufrida.
- Un cambio de rutina: por ejemplo, cuando llevas a tu perro de vacaciones, el viaje y los nuevos espacios son algo extraño y repentino y quizás no estaba preparado para esto.
- Un exceso de atención: puede pasar que el perro perciba una presencia excesiva de personas y de atención a su alrededor, tal vez demasiada compañía en la casa puede no ser una panacea para tu compañero de piso de cuatro patas.
- Un ruido fuerte (como los fuegos artificiales del Año Nuevo o los temporales) pueden estresar a nuestros perros, afectando a su sensibilidad.
¿Te has dado cuenta que tu perro se esconde cuando llegan invitados a tu casa?
Los síntomas del estrés del perro
Pero, ¿cómo entender si nuestro perro se encuentra en esta situación?
Como también lo sugieren los estudios sobre la comunicación visual canina, el lenguaje canino es reconocible por los movimientos del cuerpo, del hocico, de la cola entre otros. De hecho, existen algunos comportamientos que, observándolos cuidadosamente, pueden señalar una situación de estrés en nuestro amigo de cuatro patas.
Entre estos encontramos:
- Nerviosismo general: cuando un perro está estresado también suele estar muy nervioso y puede comportarse de forma diferente de lo normal, desobedeciendo órdenes o enseñando los dientes emitiendo un sonido largo y bajo.
- Hiperactividad e inquietud: tal vez este estado puede llevar a movimientos extraños y repetitivos de nuestro perro, por ejemplo empezar a dar vueltas sobre sí mismo, morderse la cola, caminar de un lado a otro de forma mecánica (¡un poco como lo haría una persona preocupada!) … casi como si no pudiera relajarse.
Si tu perro hace movimientos extraños, ¡la causa podría ser el estrés!
- Demasiado aseo del cuerpo: ocurre cuando el perro se lame continuamente (generalmente las patas, la cola o los genitales), casi hasta el punto de lastimarse; el perro utiliza esta conducta para soportar el estrés, de hecho el dolor estimula al cuerpo a producir endorfinas que calman y levantan el ánimo.
- Dañar cosas: muchas veces puede ocurrir de volver a casa y encontrar algo roto o mordisqueado e instintivamente pensamos que el perro lo hace por despecho; en realidad cuando dejamos a nuestro perro solo y mordisquea muebles, objetos o araña puertas, solo está activando un comportamiento para manejar su propio estrés. No olvidemos que masticar es un gesto que vuelve el perro más relajado.
- Trastornos intestinales: episodios de vómitos o diarrea, si no son el resultado de la ingestión de alimentos no digeribles, pueden deberse a la tensión y al estrés.
- Manifestaciones cutáneas raras: estos efectos surgen muy a menudo cuando el perro está estresado y de hecho un alto nivel de cortisol en la sangre desgasta el sistema inmunológico, volviendo el organismo más débil frente a enfermedades y erupciones cutáneas como dermatitis en varios puntos del cuerpo.
- Caspa, caída del pelo o pelaje poco saludable: estos efectos también pueden depender de una mala alimentación, sin embargo cuando estos síntomas aparecen de repente probablemente se deben a un desahogo del estrés.
- Observar intensamente: cuando el perro tiene la mirada fija en cosas generalmente insignificantes, puede ser síntoma de un fuerte estrés.
- Miedo excesivo hacia otros perros, que lo lleva a reaccionar de forma rara y a veces agresiva.
- Movimiento de la cola: es importante observar cómo nuestro amigo de cuatro patas mueve la cola. Si el movimiento es rápido significa que está feliz y que probablemente quiere jugar con nosotros, al revés si el movimiento es lento y horizontal podría indicar que el perro se siente incómodo o estresado por alguna razón.
Remedios para el estrés del perro
Para encontrar la solución más adecuada es necesario entender los factores del malestar de vuestro amigo. El mejor remedio es, de hecho, tratar de evitar someterlo a las causas que lo han estresado.
Entre los remedios más sencillos, aquí están algunos consejos:
- Para los cambios de rutina, una excelente elección puede ser un compañero de viaje que acompañe a vuestro perro: un muñeco, su cobijita favorita o cualquier otro juguete que le guste.
- Para el exceso de atención en casa o los ruidos fuertes del exterior, una solución pueden ser las feromonas relajantes. Al percibirlas en el aire, tu perro entenderá que la zona es tranquila y segura, eso le permitirá calmar el estrés que lo ponía preocupado.
- Para prevenir caspa, caídas del pelo, pelaje débil y manifestaciones cutáneas, nuestro consejo es siempre cuidar a nuestro amigo de cuatro patas con los productos de Yuup!, útiles para reestructurar y fortalecer el pelo, hidratar y suavizar la piel.
Cuidad a vuestro cachorro.
- Una alternativa podría ser hacerle jugar con los juegos de activación mental de los cuales ya os hemos hablado en este articulo.
En cualquier caso, ¡no olvidéis que sois sus mejores amigos!
Los únicos que pueden entender cómo tratarlo y lo que necesitan. A veces, unos mimos y un poco de vuestro amor pueden ser suficientes.
