Con el otoño a las puertas, ¿tenemos que seguir protegiendo a nuestras mascotas de los parásitos? ¡Claro que si!
Cuando el verano se va acabando, nuestros amigos de cuatro patas empiezan a pasar menos tiempo fuera, disminuyendo la probabilidad de contraer infecciones o parásitos. En realidad, es indispensable no bajar la guardia cuando pensamos que el peligro ya ha pasado.
Es verdad que las garrapatas, pulgas, mosquitos e insectos, prefieren un clima más veraniego, más caliente, pero tenemos que considerar los efectos del cambio climático: la subida de las temperatura y la cada vez más escasa presencia de las estaciones intermedias. Nos encontramos, de hecho, cada año con veranos más calientes e inviernos más templados, que ayudan a la proliferación de estos parásitos.
Por no hablar del hecho que nuestras casas pueden ser un ambiente muy apropiado para la supervivencia de los parásitos; sobre todo cuando tenemos la calefacción encendida y subimos la temperatura del ambiente a una cercana a su hábitat ideal.
Los parásitos más comunes
Pero, ¿cuáles son los parásitos que tenemos que temer? Veamos cuáles son.
Las pulgas
La pulga es un insecto sin alas llamado también hematófago, que se nutre de la sangre de los animales que infesta. Generalmente, en los huéspedes (o sea nuestras mascotas) las pulgas se encuentran ya en fase adulta, mientras que los huevos, larvas y crisálidas se encuentran en el ambiente.
Es por esto que es importate que, en el caso de infestación, tratar tanto al animal como al ambiente en el que viven, interior y exterior. No podemos olvidar que los sitios con una mayor concentración de huevos son los sitios en los que perros y gatos pasan la mayor parte del tiempo, es decir, camas, alfombras y similares.
Por lo general estos parásitos prefieren las estaciones más calientes, desde la primavera hasta el pincipio del otoño. Pero como ya hemos dicho, pueden representar una amenaza también en la estación invernal.
Las garrapatas
Estos parásitos son animale artrópodos y, como las pulgas, necesitan sangre del huésped para poder sobrevivir y completar el ciclo reproductivo.
Encuentran su hábitat natural en los campos de hierba, arbustos y bosques, pero se adaptan también a ambientes domésticos como jardines, parques o granjas, y puede transportarse fácilmente a terrazas y viviendas. Y por ello, las garrapatas atacan fácilmente a nuestros amigos de cuatro patas.
En general, las larvas y las pupas de garrapata se encuentran en primavera y otoño, y los individuos adultos en verano. Pero donde las condiciones ambientales son favorables (como en nuestras casas), estos parásitos pueden sobrevivir todo el año.
¿Tu perro ha cogido una garrapata? Hemos escrito un articulo en el blog específicamente sobre este tema para explicarte cómo tienes que comportante en estos casos.
Los ácaros
Los ácaros pertenecen a la familia de los arácnidos, y de hecho, se asemejan bastante a una araña pequeñísima, invisible para nuestros ojos. Estos parásitos son especialemente peligrosos para los gatos, en los que tienden a infestar las orejas, nutriéndose de su piel y allanando el camino para las infecciones o las inflamaciones, como por ejemplo la otitis del gato.
No existen síntomas especiales para los ácaros en las orejas, pero presta atención si tu minino se rasca las orejas continuamente: ¡podría deberse a un ataque de estos parásitos!
Los mosquitos y los flebotomos
Estos son parásitos que conocemos bien por que, a menudo, tienen como objetivo a los humanos. En ambos casos, se trata de una especie en la que las hembras son hematófagas, y tiene que chupar la sangre de un huésped para madurar sus huevos.
Como sabemos muy bien, los mosquitos tienden a aparecer sobre todo en verano, pero sin embargo en los último años es cada vez menos inusual que aparezcan también en los meses otoñales. Sienten predilección por las zonas donde hay agua, sobre todo si está estancada, es decir: charcos, platillos, cubiertas, etc.
Los flebotomos son más pequeños que los mosquitos y se distinguen porque hacen ruido cuando se acercan a la presa, razón por la que salen impunes del ataque. Están más activos durante el atardecer y las horas nocturnas, y prefieren los sitios húmedos y frescos (establos, gallineros, grietas y cavidades en los muros).
Los parásitos de este tipo son peligrosos para nuestros perros y gatos, y no solamente porque sus picaduras provocan enrojecimiento, ronchas cutáneas y picazón. De hecho, pueden ser portadores de enfermedades graves, como la ilariasis cardiopulmonar y la leismaniosis canina.
Cómo proteger a nuestras mascotas
Existen muchos productos que pueden aplicarse para prevenir un ataque, o para combatir a los parásitos de los animales domésticos que viven en casa con nosotros.
Ante todo, la prevención empieza por la limpieza, es por ello que es fundamental usar productos insecto repelentes cuando bañemos a nuestros perros y gatos, sobre todo en los períodos del año en los que los ataques son más frecuentes.
El Kit Repelente Insectos de Yuup! está pensado especialmente para estas situaciones: está compuesto por el champú al aceite de árbol de té y aceite de neem, acondicionador desenredante y spray al aceite de árbol de té y aceite de neem.
Existen también los anti parasitarios, que pueden ser en forma de collar (que tendremos que poner al perro o gato durante un período), o la pipeta o “spot on” que se aplica directamente en el lomo de la mascota. Existen tanto productos específicos contra pulgas y garrapatas como otros más genéricos que protegen también contra los mosquitos y los flebotomos.
Para finalizar, es muy importante no olvidarnos que tenemos otros “pacientes” que tratar cuando hablamos de parásitos: el ambiente doméstico. Tenemos que cuidarlo, desinfectarlo y protegerlo cómo lo hacemos con nuestras mascotas para prevenir y vencer las infestaciones.