La audición del perro: todo lo que necesitas saber

El 3 de Marzo se celebra el Día Mundial de la Audición. El aniversario fue establecido por la Organización Mundial de la Salud para concienciar sobre la importancia y las consecuencias de los problemas de audición. Pero, ¿qué tiene que ver esta celebración con los perros, nuestros dulces compañeros de vida?

El Día Mundial de la Audición nos brinda la oportunidad de hablar sobre uno de los sentidos más desarrollados de nuestros amigos de cuatro patas. De hecho, en este artículo abordaremos el tema de la audición de los perros, desde las características de los oídos hasta las diferencias entre las pabellones auricolares caninos y humanos. También veremos cómo cambian las orejas de una raza a otra y cómo se desarrolla la audición del perro con el tiempo.

Como dicen en estos casos: seamos todo oído y… ¡comencemos!

Características y funciones de los oídos del perro

El oído es un sentido fundamental para los perros. Por otro lado, recordemos que nuestras queridas mascotas son descendientes directos del lobo, cuyas orejas se han desarrollado con el tiempo como auténticos radares. ¡De hecho, los oídos de los cánidos salvajes son capaces de localizar la fuente de un sonido hasta a 10 km de distancia!

Como muchas otras características, las que afectan a los oídos del lobo también han permanecido en el perro, actuando en primer lugar como sistemas de captación de sonido, pero no sólo. He aquí las principales funciones de los oídos de nuestros peluditos.

La función comunicativa

Las orejas de perro son poderosos medios de expresión que contribuyen significativamente a la comunicación no verbal. A través del movimiento y posición de las orejas, un perro puede expresar una variedad de emociones e intenciones:

• Orejas levantadas y hacia adelante: cuando un perro mantiene las orejas levantadas e ligeramente hacia adelante, generalmente es un signo de concentración. Esto puede indicar curiosidad o interés por algo que les ha llamado la atención. En algunos contextos, también puede indicar un estado mental de alarma o disposición a reaccionar ante una amenaza percibida;
• Orejas hacia atrás: esta posición de las orejas suele ser un signo de preocupación, perplejidad e incluso apaciguamiento. Un perro que baja las orejas de esta manera intenta parecer menos amenazante y puede ser un intento de apaciguar a un individuo dominante o expresar consuelo en una situación estresante;
• Orejas relajadas: las orejas en una posición neutra o ligeramente bajadas indican que el perro se encuentra en un estado de relajación y satisfacción. Esta es la posición de las orejas que se observa con más frecuencia cuando los perros se sienten seguros en su entorno.

 

La capacidad de interpretar correctamente la posición de las orejas de un perro puede ayudar a mejorar significativamente la comunicación y el entendimiento entre nosotros y nuestro corazón de cuatro patas, ayudando a fortalecer el vínculo entre la mascota y su humano.

La función de protección

La forma de las orejas de los perros está estructurada no sólo para deectar los sonidos, sino también para proteger el oído interno de una variedad de condiciones ambientales. Este aspecto es posible gracias a diversas características anatómicas y fisiológicas del oído.

• Estructura y posición: la forma de las orejas del perro ayuda a evitar que residuos y suciedad entren fácilmente en el conducto auditivo. Algunas razas tienen orejas caídas, que cubren la parte interna del canal, mientras que otras tienen orejas erguidas que parecen más expuestas pero que en realidad pueden moverse para proteger la entrada de la oreja cuando sea necesario;
• Pelo interno: la presencia de pelo dentro de las orejas actúa como un filtro natural, atrapando pequeñas partículas de suciedad y residuos antes de que puedan llegar al canal auditivo. Esta característica es particularmente útil en ambientes al aire libre donde los perros están más expuestos a elementos potencialmente dañinos; Sin embargo, en algunos peludos el pelo puede ser tan espeso que resulta molesto y por este motivo puede ser recomendable acortarlo.
• Secreción de cerumen: las glándulas ubicadas dentro de los oídos producen cerumen, que tiene propiedades antimicrobianas y actúa como elemento disuasorio para los insectos y otros organismos pequeños. El cerumen también ayuda a atrapar la suciedad y los residuos, lo que facilita su extracción del oído;
• Capacidad de movimiento: los perros pueden mover sus orejas en respuesta a estímulos ambientales, lo que les permite cerrar parcialmente el canal auditivo en presencia de agua, viento fuerte u objetos voladores, reduciendo así el riesgo de lesiones o infecciones.

 

La función de termorregulación

Aunque no es su función principal, los oídos contribuyen a la regulación de la temperatura del cuerpo. En específico gracias a:

• Alta vascularización: los oídos de los perros tienen una densa red de vasos sanguíneos que desempeñan un papel importante en la regulación de la temperatura corporal. Si la temperatura exterior aumenta, los vasos sanguíneos del oído se dilatan permitiendo que la sangre caliente fluya a través de los oídos y disperse el calor en el ambiente circundante;
• Gran superficie: las razas con orejas grandes y caídas tienen una mayor superficie a través de la cual pueden soltar el calor. Esto es particularmente ventajoso durante el ejercicio o en condiciones de mucho calor, lo que hace que la mascota necesite perder rápidamente el exceso de calor para mantener su temperatura corporal dentro de los límites seguros;
• Efecto de enfriamiento y evaporación: la humedad en los oídos, causada tanto por el sudor como por la temperatura ambiente, puede evaporarse, llevándose el calor y contribuyendo aún más al proceso de enfriamiento. Este efecto es similar al motivo por el que los humanos sudan, aunque en los perros la sudoración se limita a unas pocas zonas del cuerpo, como las patas y las orejas.

 

Podemos decir que los oídos de perro desempeñan un papel fundamental en todos los aspectos, tanto en la protección contra lesiones e infecciones como en el mantenimiento de la termorregulación. Estos mecanismos de protección y enfriamiento son esenciales para la salud general y el bienestar de los peludos, quienes así pueden explorar e interactuar con el entorno de una manera segura y cómoda.

La función de orientación

La capacidad de los perros para mover y orientar sus oídos de forma independiente es fundamental para la localización precisa de los sonidos:

• Independencia de las orejas: los perros tienen la capacidad de mover las orejas de forma independiente. Esto les permite orientarse rápidamente hacia la fuente de un sonido sin tener que mover toda la cabeza, aumentando así su eficiencia a la hora de identificar sonidos en un entorno;
• Sensibilidad al sonido: la extraordinaria sensibilidad del oído canino les permite percibir sonidos a distancias mucho mayores que los humanos, además de detectar frecuencias muy altas y muy bajas. Esta sensibilidad, combinada con la capacidad de orientar las orejas, hace que los perros sean especialmente hábiles para cazar y estudiar el territorio circundante;
• Localización exacta: la forma de las orejas y su capacidad para detectar diferencias mínimas en el tiempo de llegada de los sonidos, entre un oído y otro, permiten a los perros determinar con precisión la dirección de donde proviene un sonido.

 

La orientación y localización del sonido son, por tanto, aspectos fundamentales de la audición canina, que permiten a los perros comunicarse eficazmente, moverse en su entorno y responder adecuadamente a las amenazas o aprovechar oportunidades. Estas capacidades resaltan la evolución de la audición canina como una herramienta sofisticada para la interacción y la supervivencia en sus entornos naturales y humanos.

Las orejas en diferentes razas de perros

Las orejas de los perros varían mucho en forma, tamaño y posición según la raza, lo que refleja adaptaciones específicas a determinados entornos, funciones o preferencias estéticas desarrolladas durante la selección y la reproducción. Estas diferencias en las orejas no sólo son distintivas y caracterizantes de cada raza, sino que también tienen implicaciones prácticas y funcionales. Exploremos los distintos tipos de oídos con más detalle.

Los tipos de orejas de los perros

Existen diferentes formas de orejas, cada una asociada a razas de perros, que confieren a nuestro corazón de cuatro patas unas características peculiares. Entre los diferentes tipos de orejas encontramos:

• Orejas erguidas: razas como el Pastor Alemán y el Husky Siberiano tienen este tipo de orejas. La forma particular permite una mejor captura del sonido, una característica especialmente útil en ambientes abiertos donde escuchar sonidos a distancia puede ser esencial para la caza o la vigilancia. La oreja levantada también permite un mejor drenaje del agua y del aire, reduciendo el riesgo de infección.
• Orejas caídas: razas como el Beagle y el Cocker tienen orejas caídas a los lados de la cabeza. Estos oídos pueden ayudar a recolectar y dirigir sonidos hacia el canal auditivo, mejorando así la percepción del sonido de cerca, lo que es particularmente útil para perros de rastreo o caza que siguen a sus presas principalmente a través del olfato;
• Orejas de rosa: razas como el galgo inglés tienen orejas que se pliegan hacia atrás. Esta forma puede minimizar la resistencia durante la carrera a alta velocidad, lo que es excelente para razas de carreras o razas de persecución.

 

Además de la forma de las orejas, el tamaño varía entre razas: desde las orejas grandes y largas del Basset Hound que pueden ayudar a detectar mejor los olores del suelo mientras caza, hasta las orejas pequeñas del Bull Terrier que contribuyen a una apariencia distintiva y pueden ser menos vulnerables a lesión.

La posición de las orejas en la cabeza también varía. Algunas razas tienen las orejas situadas en la parte de arriba de la cabeza y esto ayuda a mejorar la capacidad de localizar el sonido, mientras que en otras están situadas más abajo, lo que influye en la dirección desde la cual se perciben los sonidos.

Las razones de las diferencias de las orejas entre razas de perros

Las variaciones en las orejas de los perros, como hemos visto, también son el resultado de adaptaciones y selecciones evolutivas específicas. Entre estos, por ejemplo:

• Adaptaciones ambientales: las características del oído pueden reflejar una adaptación a determinados entornos. De hecho, las orejas erguidas pueden ser ventajosas en ambientes fríos para reducir el riesgo de heladas, mientras que las orejas caídas pueden proteger el canal auditivo de la suciedad en ambientes boscosos o polvorientos;
• Funcionalidad: la forma y el tamaño de las orejas pueden mejorar las capacidades auditivas necesarias para actividades específicas, como la caza, la vigilancia o el pastoreo, influyendo en la selección de estas características en razas determinadas;
• Estética y preferencias de raza: algunas características de las orejas simplemente se han seleccionado por razones puramente estéticas, para cumplir con los estándares de raza o preferencias individuales, sin una clara ventaja funcional.

 

Las diferencias en las orejas de los perros entre varias razas son un claro ejemplo de cómo la selección natural y humana han moldeado estas características para adaptarse a entornos, funciones y preferencias específicas. Estas variaciones no sólo contribuyen a la diversidad y a la belleza del mundo canino sino que también ofrecen información valiosa sobre los orígenes, estilos de vida y funciones de las diferentes razas.

De hecho, hasta 2016 también era posible realizar cortes en las orejas de los perros por motivos estéticos. Después de esa fecha, afortunadamente, la práctica de la conchectomía quedó ilegal en toda Europa. En Italia, sin embargo, hay una excepción por buenas razones. La operación aún puede ser realizada por un veterinario, pero sólo si la elección está dictada por necesidades de salud del perro.

Diferencias entre el oído del perro y el oído humano

La audición de los perros y de los humanos difiere mucho, tanto en términos de capacidades perceptivas como de la estructura anatómica de los oídos. Estas diferencias son el resultado de la evolución de cada especie, en respuesta a sus necesidades ambientales y de sobrevivencia.

Examinemos de cerca a las diferencias para comprender mejor cómo estas distinciones se traducen en capacidades auditivas, distintas para cada especie.

Diferencias de las capacidades perceptivas entre los oídos de perros y de humanos

La percepción de sonidos es fundamental para la sobrevivencia y la interacción social tanto de perros como de humanos y, como ya hemos visto, las diferencias en las capacidades perceptivas reflejan adaptaciones específicas a diferentes entornos y estilos de vida.

• Frecuencia: los perros pueden oír sonidos a frecuencias mucho más altas que los humanos. Mientras que el oído humano puede percibir sonidos entre 20 Hz y 20 000 Hz, los perros pueden oír sonidos entre 40 Hz y 60 000 Hz. Esta capacidad permite a los perros de percibir ultrasonidos, que son sonidos demasiado agudos y, por lo tanto, inaudibles para el oído humano.
• Sensibilidad: los perros tienen un oído más sensible que los humanos, lo que les permite percibir sonidos que serían demasiado débiles para que el oído humano los pueda detectar. Esta alta sensibilidad los hace particularmente atentos a los estímulos ambientales.

 

Las altas capacidades perceptivas de los perros no sólo mejoran su interacción con el medio ambiente sino que también fortalecen su capacidad para comunicarse y socializar, tanto con humanos como con otros animales.

Las diferencias en la estructura de los oídos de perros y humanos

Una vez más, la diversidad estructural de los oídos entre perros y humanos refleja diferencias en las capacidades auditivas y la importancia de la adaptación física a entornos y comportamientos específicos. Las principales diferencias se refieren a:

• Forma y movilidad: las orejas de los perros se diferencian notablemente en cuanto a forma y tienen una movilidad que les permite orientarse eficazmente hacia la fuente del sonido. Esta capacidad de movimiento mejora su capacidad para detectar sonidos con precisión;
• Canal auditivo: la forma del canal auditivo en los perros, que es más largo y más angulado que el de los humanos, sirve como barrera protectora contra infecciones y suciedad, además de mejorar la direccionalidad del sonido para una localización más precisa;
• Pelo: la presencia de pelo más espeso en las orejas de los perros no sólo ofrece protección adicional sino que también actúa como filtro para la suciedad y el polvo, reduciendo el riesgo de infecciones y manteniendo limpio el oído interno.

 

Las razones de las diferencias entre los oídos de perros y humanos

Veamos el por qué de estas diferencias:

• Evolución y adaptación ambiental: los perros evolucionaron en ambientes donde la capacidad de percibir sonidos de alta frecuencia y localizar con precisión la fuente del sonido era vital para la caza y la sobrevivencia, mientras que los humanos se desarrollaron en contextos donde la comunicación verbal y visual tenía un papel predominante;
• Comunicación: la comunicación no verbal a través de los oídos es mucho más significativa en los perros que en los humanos. Esto ha llevado al desarrollo de oídos más expresivos y móviles en los perros, a diferencia del oído humano que es más estático y está orientado a recibir un intervalo diferente de frecuencias sonoras.
• Protección: la necesidad de proteger el oído de elementos externos ha llevado a una diferenciación en la estructura del canal auditivo y en la presencia de pelo en las orejas de los perros, adaptaciones que son menos críticas para los humanos debido a las diferentes exposiciones ambientales.

 

¡Estos aspectos peculiares demuestran cómo la evolución ha moldeado las estructuras auditivas y los oídos de perros y humanos de maneras únicas, adaptándolas perfectamente a sus respectivos grupos ecológicos y de comportamiento!

Cómo cambia la audición de un perro con el tiempo

La audición de los perros, al igual que otros aspectos sensoriales y físicos, sufre cambios importantes a lo largo de su vida, desde el nacimiento hasta la edad avanzada. Estas variaciones están influenciadas por factores genéticos, ambientales y el proceso de envejecimiento. Veamos cómo evoluciona con el tiempo la audición de nuestros amigos de cuatro patas.

Audición en perros cachorros

Al nacer, los cachorros son sordos. Su canal auditivo está cerrado y sólo después de unas dos semanas comienza a abrirse, lo que les permite empezar a percibir sonidos por primera vez. Este proceso puede variar ligeramente según la raza y el tamaño del perro, pero generalmente dentro de las primeras tres o cuatro semanas de vida, los cachorros desarrollan la capacidad de oír plenamente. Este periodo es crucial para la interacción social y ambiental del cachorro, ya que comienza a responder a sonidos, estímulos y a reconocer voces.

El desarrollo de la audición del perro

A medida que los cachorros crecen, su audición se vuelve más refinada. Son capaces de reconocer una amplia gama de sonidos y localizar su origen con precisión. El momento en que se convierten en adultos (entre los 9 y 12 meses de edad) es también el momento en que el entrenamiento vocal se vuelve más efectivo, ya que los perros son capaces de vincular los sonidos de órdenes específicas con acciones. Durante este tiempo, acostumbrar a tu peludo a la exposición a diferentes tipos de sonidos en un entorno seguro puede ayudar a prevenir miedos o fobias a los sonidos en el futuro.

Audición del perro adulto

La audición de los perros adultos es extremadamente aguda y representa uno de sus sentidos más desarrollados. Utilizan su oído no sólo para comunicarse con otros perros y humanos, sino también para detectar y reaccionar ante posibles amenazas o peligros. Durante estos años, la audición de un perro se mantiene relativamente estable, a menos que esté expuesto a factores que puedan causar daño auditivo, como sonidos extremadamente fuertes, infecciones de oído o traumatismo.

Envejecimiento y sordera en perros

A medida que envejecen, muchos perros comienzan a mostrar signos de deterioro auditivo. Este proceso natural de envejecimiento puede provocar inicialmente una disminución de la capacidad de oír sonidos de alta frecuencia, seguida de una reducción general de la agudeza auditiva. La sordera en perros mayores puede ser causada por varios factores, incluida la acumulación de cerumen, el engrosamiento de las membranas del oído, cambios en los nervios auditivos o incluso enfermedades crónicas como la otitis media o interna.

La sordera relacionada con la edad, también conocida como presbiacusia, no se puede prevenir ni curar, pero los perros se adaptan muy bien a esta condición. De hecho, pueden comenzar a depender más de otros sentidos, como la vista y el tacto, para comunicarse y moverse en su entorno. Es importante que los que cuidan los perros mayores sean conscientes de estos cambios, adaptando sus cuidados y comunicación, para garantizar que su perro mantenga una buena calidad de vida.

Cuidado de los oídos del perro

Cuidar los oídos de tu perro es fundamental para mantener su salud en excelentes condiciones y prevenir problemas que pueden resultar molestos o incluso peligrosos para el animal. Una correcta higiene del oído ayuda a evitar inflamaciones, parásitos y acumulaciones de cerumen que pueden provocar irritaciones molestas en la piel, dolor o pérdida de audición. A continuación te dejamos una guía sobre cómo cuidar las orejas de tu perro y la importancia de realizar esta práctica:

• Inspección periódica: revisar los oídos del perro con regularidad es el primer paso para un buen aseo. Esto incluye examinar el exterior y el interior de los oídos, buscando signos de enrojecimiento, olor desagradable, exceso de cerumen, pequeños parásitos o cualquier anomalía;
• Limpieza: utilizar un producto específico y adecuado para la limpieza de oídos de perros, como la Loción Limpieza Orejas. Es importante no introducir objetos en el canal auditivo, sino simplemente limpiar la parte externa del oído y la entrada al canal con un cómodo disco de algodón (uno para cada oído) frotándolo suavemente;
• Secado: después del baño es importante secar bien las orejas del perro, especialmente en las razas con las orejas caídas, para evitar la humedad que puede conllevar la proliferación de bacterias;
• Control de parásitos: es importante asegurar, con una correcta profilaxis, que el perro esté protegido de parásitos como garrapatas, pulgas y ácaros del oído, que pueden provocar irritaciones e infecciones;
• Consulta veterinaria: ante el menor signo de algún problema (como frotarse excesivamente las orejas o sacudir la cabeza), es imprescindible consultar a un veterinario para obtener un diagnóstico para poder actuar con el tratamiento específico correspondiente. Lamentablemente, las infecciones de oído pueden volverse problemáticas, a veces graves, si no se tratan con rapidez y con la atención adecuada.

 

En este artículo hemos revelado muchas curiosidades sobre el oído de nuestros queridos perros y las diferencias entre oídos caninos y humanos, las funciones y por qué es necesario cuidar su limpieza e higiene.

Si quieres descubrir más sobre los otros sentidos del perro, como la vista, ¡no te pierdas este artículo sobre los ojos y las capacidades visuales de nuestros amigos de cuatro patas!