El bulldog francés es una raza de origen francés y es un pequeño moloso de entre 12 y 20 kg. Normalmente se le considera un animal de compañía o un perro de exposición. Sin embargo, este simpático y adorable peludo es mucho más que un simple perro de talla pequeña. Es afectuoso y sensible y querrá ser el centro de atención de la casa. Es alegre y juguetón, ¡te divertirás con él!
Lo único que tienes que tener en cuenta antes de adoptarlo es que su piel es más exigente que la de otras razas. Por ello, en este artículo, nos concentramos en cómo cuidar su pelo y su delicada piel.
El Bulldog: un perro que necesita muchos cuidados
Los bulldog franceses son conocidos por su carita arrugada pero estas arrugas necesitan una atención especial; Puedes limpiarlas con cremas hidratantes o jabones.
Pero también son conocidos porque tienen problemas repiratorios que los convierte en perros frágiles; de hecho, a menudo sufren alergias y asma. Con frecuencia la nariz está congestionada y la zona de los ojos tiende a la sequedad y las infecciones: tienes que manener los ojos limpios con productos específicos para evitar la conjuntivitis.
Con estos antecedentes, habrás entendido ya que esta raza necesita cuidados constantes para prevenir problemas. De hecho, los pequeños y simpaticos “frenchie” son propensos a las infecciones de la piel y a otros problemas relacionados. Esto se debe a la proporción entre la superficie cutánea y el peso. La frecuencia con la que lo aseas y los tipos de productos que utilices, pueden influir también y por ello es mejor que le dediques tiempo a su higiene.
La piel de estos perros corre peligro también con las pulgas, garrapas y parásitos, debido a la gran cantidad de pelo que tienen. Por consiguiente, es mejor utilizar en el aseo cotidiano, un champú que lo proteja de manera natural también de los parásitos y que, al mismo tiempo, no dañe su delicada piel.
Deberías lavar a tu “frenchie” cada dos semanas, cepillándolo bien tras el secado para eliminar el pelo sobrante.
Puesto que podría sufrir alergias cutáneas a causa de su piel sensible, corre peligro de arañarse la piel al rascarse o morderse por el picor. Por esto podría empeorar y necesitar una limpieza más profunda y curas médicas que podrían dañar las capas superficiales de la epidermis. En ese caso, ¡es mejor hacer una visita al veterinario!
Además, los “frenchie”, a pesar de no perder mucho pelo en comparación con otras razas, tienen un pelaje especialmente espeso y por ello es mejor cepillarlo al menos cada dos días y limpiar cotidianamente la zona de las uñas.
Ojos, arrugas y nariz del bulldog
Los bulldog franceses se crían para tener una nariz muy corta, una forma redonda y una cara arrugada.
Tiene una piel con escasas capas de la epidermis, precisamente para que se adecuen a los estádares de la raza.
Si quieres desinfectar las arrugas del hocico del perro, tendrás que fijar ligeramente su piel con cintas o bandas para nuestro pelo.
Los bulldog son una de las razas mixtas más carcaterísticas de la historia de los perros. Son muy parecidos al bulldog inglés, pero tienen rasgos físicos muy diferentes.
Una cosa que tienen en común los ejemplares de esta raza es el alto nivel de una encima llamada tirosinasa. Si no estás familiarizado con esta encima, que sepas que la encontramos en muchas personas y animales y que es la encima responsable en algunas fases críticas de la melanogenesis.
Esto significa, en pocas palabras, que los bulldog son muy sensibles a la presencia de luz solar. Cuanto mayor sea el número de rayos UV a los que se exponen, mayor será el daño a las células de la piel. Este daño se nota con el pardeamiento de la nariz y las puntas de las orejas, aparición de arrugas profundas entorno a la nariz, pérdida de pigmento en ésta y aumento de quemaduras solares incluso en zonas que normalmente están protegidas.
Por lo tanto, evita exponerlo al sol durante mucho tiempo, intenta que estén a la sombra y completamente protegido por cremas solares para perros. El uso regular de crema solar puede ayudar también a prevenir daños mayores.