La Navidad es una de las fiestas más esperadas del año por muchas personas. Las calles se adornan con luces brillantes, los árboles y las decoraciones navideñas enriquecen el ambiente de nuestros hogares y el aroma de las galletas recién horneadas flota en el aire.
La atmósfera de alegría, celebración y de compartir reúne a amigos y familiares para celebrar juntos con alegría. Pero, ¿cómo les va a nuestros amigos de cuatro patas durante este período?
Descubramos qué significa la Navidad para los perros, para asegurarnos de que sea también para ellos un momento para disfrutar.
Perros y Navidad: olores y sabores completamente nuevos
Los perros son conocidos por su sentido del olfato increíblemente desarrollado, hasta el punto de que pueden oler olores que los humanos ni siquiera percibimos.
Durante la temporada navideña podemos tener en casa olores diferentes a los habituales, quizás porque utilizamos esencias para el ambiente típicas de este momento o velas perfumadas.
En estos casos, recordemos siempre observar el comportamiento de nuestro perro: nuevos olores, de hecho, podrían desestabilizarlo y confundirlo en un ambiente seguro como el hogar. Por el contrario, puede que incluso les gusten y que no les causen ningún tipo de molestia. Por lo tanto, será nuestra tarea intentar interpretar bien su estado de ánimo y adaptarnos en consecuencia, para que pueda sentirse cómodo incluso durante las vacaciones de Navidad, durante las cuales seguramente no le faltarán estímulos y cosas nuevas.
Pero no se trata sólo de esencias y velas perfumadas… Del horno sale un buen, y quizás inesperado, aroma de menú navideño. ¿Cómo resistir la sabrosa tentación de probar?
También tendremos que prestar mucha atención a este aspecto. La Navidad suele acompañarse con grandes comilonas y platos sabrosos, pero quizás no siempre adecuados para nuestros amigos peludos. De hecho, la mesa navideña suele estar repleta de delicias y comidas ricas, hasta el punto de atraer a nuestros fieles compañeros, que rápidamente se asoman cerca de nuestras piernas esperando una caída accidental de comida exquisita… Precisamente por esta razón, debemos prestar especial atención a nuestro Fido y a su dieta durante las vacaciones de Navidad.
El chocolate, por ejemplo, muy presente en los postres navideños, puede ser una fuente de intoxicación para los perros, al igual que las uvas y las pasas, que pueden provocar enfermedades e insuficiencia renal. Por eso será importante mantener la comida fuera del alcance de nuestro perro durante estos días, pidiendo amablemente a los invitados que hagan lo mismo, resistiendo la tentación de ceder ante esos ojos dulces que piden con perseverancia un pedazo de comida de nuestro plato.
“Llegó la hora de mostrar mi arma secreta: ¡ojos dulces y gorro de Papá Noel!”
Si decidimos darle a nuestro perro un almuerzo diferente al habitual (al fin y al cabo, ¡para él también es Navidad!) podríamos preparar algunos platos seguros y sobre todo suculentos, solo para darle gusto. ¿Algunas ideas culinarias para nuestro amigo de cuatro patas? Albóndigas, guiso, arroz con verduras, por supuesto todo sin especias ni condimentos… encendamos el fuego y preparemos ollas y sartenes para todos.
Perros en Navidad entre luces y adornos
En Navidad no pueden faltar los árboles decorados, elementos icónicos de las fiestas: con luces brillantes, adornos colorados, bolitas con brillantina y moños de terciopelo colgados… todo muy temático pero son detalles que pueden llamar, quizás demasiado, la atención de nuestro Fido. Aunque hermosas e indispensables, las decoraciones navideñas, lamentablemente, pueden representar un riesgo. Por ejemplo, imaginemos (sin mucho esfuerzo) que nuestro perro logre coger una bolita del árbol de Navidad y luego empieza a jugar y la rompe… podría poner en riesgo su salud.
Nuestro consejo para afrontar mejor la situación y no renunciar a los adornos navideños es colocarlos en puntos estratégicos de difícil acceso, o utilizar decoraciones adecuadas para nuestros peluditos, como bolitas de tela. Puede que disfrute mordiéndolas, pero sin hacerse daño.
¿Un nuevo juguete? Ups… ¡era una bolita del árbol de Navidad!
Incluso en este caso, sin embargo, habrá que tener en cuenta que algunos perros podrían tener miedo o desconfiar del árbol, especialmente si son cachorros y lo ven por primera vez. La combinación de luces parpadeantes, sonidos procedentes de la decoración y la imponente estructura del árbol podrían asustar a nuestro amigo de cuatro patas, llevándolo a mostrar algunos signos de malestar que siempre conviene vigilar con atención.
Los sonidos de la Navidad para los perros
Durante el periodo navideño, uno de los factores que más puede poner en dificultades a los perros es el ruido. Esta festividad trae consigo una serie de sonidos fuertes e inesperados, como fuegos artificiales, celebraciones nocturnas y campanas de las iglesias que suenan a medianoche. Estos sonidos pueden ser particularmente impactantes para nuestras mascotas, que tienen un oído mucho más desarrollado y sensible que el nuestro.
Lo que a nosotros nos puede parecer un ruido moderado, puede resultarles molesto, llevándoles a reaccionar con aullidos de miedo o una búsqueda frenética de un lugar seguro donde refugiarse.
Una solución útil para contrarrestar los sonidos del exterior podría ser crear un rincón tranquilo en la zona de su camita, tranquilizando a nuestro Fido permaneciendo a su lado.
“¿Qué son estos sonidos extraños? Por suerte me siento seguro bajo mi cobijita”.
La alegría de la Navidad para nuestros perros
Por suerte, las fiestas navideñas también traen consigo una serie de experiencias positivas que pueden resultar realmente placenteras para nuestros perros, y esto muchas veces depende de la atención y del cariño que reciben de sus dueños, quizás de vacaciones por las fiestas navideñas.
Durante este período, muchas familias pasan más tiempo en casa, lejos de los compromisos diarios habituales como el trabajo y la escuela, lo que permite que los perros beneficien de una mayor interacción con sus dueños. Pueden compartir momentos de alegría y calidez, tanto en los momentos de descanso juntos en el sofá como durante los paseos invernales al aire libre.
Además, nuestros amigos peludos suelen formar parte de las celebraciones familiares, especialmente en los días festivos, y tomar fotos navideñas con ellos te permitirá crear recuerdos especiales que perdurarán en el tiempo.
Estas tradiciones ayudan a fortalecer el vínculo entre nosotros y nuestros pequeños amigos de cuatro patas, creando una relación de confianza y de intercambio.
Al igual que los humanos, a los perros también les encanta recibir regalos. ¡La ilusión con la que tu perro puede desenvolver un regalo para descubrir con curiosidad lo que hay dentro es realmente contagiosa!
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Y después de un largo día de celebración, ¡el descanso es bien merecido!
La Navidad es un momento de alegría y felicidad para nosotros y para nuestros fieles amigos de cuatro patas. Todo lo que tenemos que hacer es tomar algunas precauciones simples para asegurarnos de que nuestro amigo peludo pueda disfrutar de ese tiempo, sin sufrir el ajetreo y los elementos potencialmente estresantes de estas fiestas.
Con la atención, el amor y el cuidado adecuados, podemos garantizar que la Navidad sea el momento perfecto para compartir con alegría con toda la familia, incluyendo nuestros queridos compañeros de cuatro patas.
¡Feliz Navidad de parte de Yuup! ¡A vosotros y a vuestros amigos peluditos!
